miércoles, 12 de junio de 2013

RESPUESTAS A SALVADOR CAMARENA @salcamarena

Respuestas a @salcamerana sobre Tabasco
Alexia Barrios G.
Me gustó el discurso de Arturo Núñez Jiménez al rendir protesta como gobernador. Me gustó el énfasis y la enjundia con que machacó las advertencias sobre los corruptos y saqueadores. Pero más me pareció una actitud positiva frente al Pacto Por México y a la búsqueda de diálogo para que el sur-sureste del país tenga el trato que se merece por parte de la Federación.
Empezó discursivamente bien el nuevo mandatario de Tabasco. Y si realmente tiene la voluntad política para hacerlo, a Tabasco y a los tabasqueños les irá bien.
Sin embargo, del discurso al hecho hay un gran trecho. Y más allá del discurso habrá que ponderar el tipo de equilibrios con que llegó al poder estatal, qué origen político e intereses personales tienen cada uno de los altos funcionarios para entender si cumplirá o se trató de un acto meramente mediático para marcar distancia con la anterior administración
La buena prensa nacional de la que goza Arturo Núñez, poco conocen de las entrañas de los animales políticos que se dieron cita el 31 de diciembre pasado. Algunos, como Salvador Camarena de La Razón y El País, han colocado varios puntos importantes sobre esta entidad, como la siguiente afirmación: “Uno escucha a Arturo Núñez luego de tomar posesión y lo único que queda es preguntarse cómo pudo ser esto posible. Cómo recibe Tabasco el nuevo gobernante es insultante. ¿Cómo tan pocos hicieron tanto mal a una entidad sin que más gente pudiera detenerlos a tiempo? Lo que pasó en Tabasco es incompatible con un mundo interconectado, con un planeta de ciudadanos activos en redes sociales; lo que aquí ocurrió sería imposible en un país que quiera decirse democrático y moderno”.
Luego, el sorprendido Camarena hace un recuento del diagnóstico de Arturo Núñez sobre la entidad:
“—México tiene 46.2% de población en condiciones de pobreza, en Tabasco son 57.2% de sus habitantes.
“—Estado que es el cuarto lugar nacional del PIB si se incluye el valor de la producción petrolera; sin ella, Tabasco cae al vigésimo sexto lugar.
“—Han quebrado las agroindustrias del chocolate, del aceite de copra, de los cítricos, dos ingenios azucareros, tres molinos de arroz, del procesamiento de la leche.
“—Conforme a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, durante varios meses del segundo semestre de los dos años anteriores, Tabasco registró la mayor tasa de desocupación a nivel nacional.
“—En administración y las finanzas públicas el diagnóstico es grave. La crisis de abasto de medicamentos, material médico y equipos en las instalaciones hospitalarias pone en evidencia, no sólo un pésimo manejo financiero, sino también desorden administrativo, negligencia, corrupción e irresponsabilidad compartida.
“—La deuda pública (originalmente de 400 millones) hasta ahora informada oficialmente es de 10 mil 135 millones 200 mil pesos, sin considerar los 850 millones de pesos más que la Comisión Federal de Electricidad reporta como adeudos relacionados con el Acuerdo por Tabasco. Las disponibilidades en caja y bancos reportan saldos en cero pesos.”
Cierto, los datos anteriores son reales y tristes. Pero no es un mal de un sexenio, sino un acumulado de varios gobiernos anteriores y prácticamente desde que Enrique González Pedrero dejó el gobierno estatal. Los grupos que llegaron después de él, lejos de darle continuidad a la línea del “Estado social y democrático derecho” -que retomó por cierto Arturo Núñez a pesar de su venía neoliberal— reafirmaron, ampliaron y fortalecieron una subcultura política fundada en el clientelismo político.
A Salvador Camarena, a quien no tengo el gusto de conocer, le podría dar mis puntos de vista sobre esta “SUBCULTURA POLÍTICA”, igualmente de manera enlistada como su columna:
1.- “La maldición del petróleo” llegó a Tabasco para suplir todas y cada una de las actividades productivas de la entidad, luego de que fue considerado “el granero más grande de América Latina”. Con los descubrimientos de los hidrocarburos en el subsuelo y costa de Tabasco, la población y el gobierno focalizaron todo alrededor de PEMEX, al grado de que se abandonó el campo y la ganadería, se amplió la deforestación de selvas y pantanos, se incrementó la corrupción social, entre otros efectos secundarios.
2.- “La maldición del agua”, si Arturo Núñez en sus años mozos no hubiera bombardeado el proyecto del canal Samaria, quizá su oferta política de hacer del agua un aliado y no un enemigo, quizá en 1999, 2007, 2008 y 2009 no se habrían registrado tantas tragedias porque no se sabe qué hacer con millones de litros de agua dulce que van al mar. Y es que Tabasco y Chiapas poseen las reservas más grandes de agua del país pero hasta ahora nadie se ha interesado por buscar la forma de almacenarla o entubarla para distribuirla hacia otras partes. Lo pueden hacer con el petróleo y el gas, pero no con el agua, que se ha visto como un enemigo de la naturaleza sobre sus hábitats.
3.- El monstruoso aparato burocrático de gobierno de Tabasco es uno de los más grandes de todo el país, a pesar de sus 2 millones de habitantes, lo que ha construido una red de complicidad entre sociedad y funcionarios que rolan su perpetuidad en la burocracia local. La disputa por el poder político es descarnizada en esta entidad porque representan también la posibilidad de darle chamba a los cuates y a los cuates de los cuates que luego serán votos. Tabasco tiene la misma cantidad de población que la delegación Iztapalapa, pero a pesar de todo lo que se diga, el nivel de eficiencia administrativa entre ambos es amplísimo. Chequen sus páginas de internet y se darán cuenta cómo funcionan unos y otros.
4.- La perversidad de las mafias políticas es tan obvia y tan latente como que los “ex madracistas” regresan al poder gracias a Arturo Núñez. Pero no son los únicos, hay otros que están cobrando facturas y venganzas personales. ¿Y los fundadores del PRD Tabasco? No veo uno solo en el equipo de gobierno, pues las mafias de siempre, la mayoría ex priístas, se quedaron con todo. La gente de MORENA, pues sí, tienen al menos una posición en la SEP estatal; pero qué creen, el ex profesor de AMLO, Rodolfo Lara Lagunes, es cofundador del SITET, sindicato liderado por alguien que la sociedad tabasqueña detesta como Roger Arias.
5.- La subcultura del clientelismo está presente e inmersa en todos los partidos políticos y movimientos sociales. Lo mismo en los grupos de apoyo a AMLO, que quizá crezcan en estos meses, que en los del PAN, que son casi marginales, y no se diga del PRI, que a pesar de todo los sigue controlando. Cada tabasqueño es un político en potencia, dicen por allá, y es cierto, la estructura del trabajo territorial y electoral ha puesto sellos político-partidistas a cada uno de sus habitantes.
6.- La industria de la reclamación, una frase que creara un periodista local pero que en sus tiempos de subsecretario de Gobernación Arturo Núñez acuñó como propia para descalificar las protestas de los afectados por las actividades petroleras, precisamente, encabezadas por Andrés Manuel López Obrador. Salvo que modifique el esquema de atención a los afectados, ahí hay un tejido de corrupción donde intervienen funcionarios de PEMEX, del gobierno estatal, de los gobiernos municipales y de unos cuantos “líderes sociales” que fungen como gestores que son quienes se quedan como el 70% de todos los pagos destinados a los afectados por las actividades de PEMEX; el 30% es para la población afectada.
Ello explica muchos de los males de Tabasco, una subcultura que por demás decirlo, fue trasladada a varios puntos del país.
A pesar de todo, demos un voto de confianza a Arturo Núñez Jiménez; porque si hay resultados y un cambio sustancial a todo lo anterior, habremos de felicitarlo y reconocerlo. En caso contrario, continuaremos criticándolo.

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