AMLO y su lucha: entre el cerco informativo, el éxito y la desorganización
Estoy de acuerdo con lo que escribe el señor Nietzche Aristófanes en su columna del día de hoy: AMLO y sus reuniones masivas contra la privatización (o “apertura”, o cualquiera que sea el eufemismo que utilice el gobierno en estos momentos) de Pemex sufren de un cerco informativo en varios de los principales medios informativos del país, especialmente en radio y TV abierta.
Don Nietzche señala también que “en el momento en que López Obrador toma la palabra empiezan los problemas de trasmisión y aun se llega como hoy a la parálisis, la interrupción definitiva. La señal se recobra cuando el mitin ha terminado. Esto ya es un patrón durante las últimas concentraciones convocadas por AMLO”. Eso también es cierto. Además de cerco informativo, en México sufrimos de un estancamiento tecnológico aterrador. No es sorpresivo que la señal de Internet de los mítines del Peje sufra de interrupciones constantes.
Más que una interferencia de la señal de Internet en todo el país cada que Andrés Manuel sale a transmitir su valioso mensaje, la desorganización en el aspecto tecnológico que Morena sufre desde su fundación sale a relucir en la transmisión vía Internet de concentraciones masivas como la de este fin de semana.
Si quienes respaldan a AMLO invierten una cantidad pequeña pero respetable de recursos en logística (templetes, equipo de sonido y otros gastos de las concentraciones) en cada reunión, bien harían en hacerse, urgentemente, de equipo que les permita sostener una señal sin interrupciones constantes.
Existen muchas personas valiosas que desde hace años apoyan la lucha de Andrés Manuel (Epigmenio Ibarra, el productor de Argos, la gente de Radio AMLO, incluso los hijos mayores del político tabasqueño) que podrían encargarse y cerciorarse de implementar un sistema, con sus debidos planes de emergencia, para que las transmisiones por Internet de los eventos de AMLO, sigan transmitiéndose.
Es difícil mantener una señal en vivo, insisto, sin interrupciones, más en un país con una infraestructura tecnológica tan mediocre como México (díganmelo a mí, que pasé, con la misma empresa, de una velocidad de 50 megas por segundo en el DF 2 megas en Tijuana). Difícil, pero no imposible. Y debe hacerse para difundir el mensaje contra el intento brutal y unilateral de privatizar Pemex por parte del gobierno federal y sus achichincles.
En estos momentos en que las redes sociales y los sitios de video en vivo son las principales vías que tienen Andrés Manuel y Morena para difundir su valioso mensaje alrededor del país, eso algo en lo que vale la pena invertir.
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