#ReformaEnergética enorme autoregalo de Navidad que se dio la derecha draconiana mexicana
Si el número 13 representa una superstición negativa, significa entonces que este año 2013 que está a una semana y días por concluir, es un año que trajo la mala suerte para el pueblo mexicano, pero la mayúscula suerte para la élite mexicana.
Tuvieron que esperar sistemáticamente 75 largos años los capitalistas draconianos extranjeros y nacionales para volver a tener en sus manos el poder y manejo del petróleo que se encuentra en litorales mexicanos –prohibido decir: “nuestro petróleo”-, pues ha significado un oro negro que les fue arrebatado por un disque General de nombre Lázaro Cárdenas del Río.
Nada de lo que hoy festejan los capitanes y dueños del dinero es producto de la casualidad o del actual gobierno reformador que encabeza el telenovelero personaje que habita hoy en la residencia Los Pinos. El proyecto denominado como Reforma Energética, es el resultado de una ardua y sistemática lucha que desde hace 31 años comenzó con el expresidente Miguel de la Madrid Hurtado, siendo éste, un personaje precursor e impulsor de una gran oleada de tecnócratas que comenzarían a gobernar por un largo periodo en el país, y que gracias al desbastador gobierno socialista que encabezó su antecesor José López Portillo, decidieron emprender de manera acelerada el adelgazamiento del Estado a su máxima expresión, con la enmienda de nunca caer en un socialismo estatista y de consecuencias económicas muy perniciosas para las élites mexicanas y extranjeras.
A boca de jarro es como ha salido esta Reforma Constitucional tal como lo augurara un líder de izquierda antes de su curioso “padecimiento al miocardio”, pues como “mesías tropical”, se cumplió un proyecto Constitucional el mero día en que se venera a la Virgen de Guadalupe, aprovechando la devoción ferviente de un pueblo más preocupado por celebrar a sus Santos, que por lo que sucede en su país; mientras tanto, los políticos de derecha que siempre buscan cualquier pretexto para expresar su fervor católico, ahora estaban más preocupados y ocupados por el jugoso negocio que les dejará el oro negro durante generaciones venideras, un tesoro que por fin le arrebataron al Estado mexicano, y del que les fue arretabatado en los años de 1940 a los capitanes capitalistas del extranjero. Tal y como ha sucedido a lo largo de nuestra historia como país, pueblo y nación, un grupo de políticos financiados y respaldados por las élites ultraconservadoras enquistadas como cáncer en la sociedad mexicana, han hecho mancuerna con los poderes económicos del exterior para instaurar una supuesta economía “abierta al mercado”, y restaurar el estado de derecho que les fue atropellado durante aquella revuelta social que le llaman los románticos como “Revolución Mexicana”.
Si el número 13 representa una superstición negativa, significa entonces que este año 2013 que está a una semana y días por concluir, es un año que trajo la mala suerte para el pueblo mexicano, pero la mayúscula suerte para la élite mexicana. Ya nada se podrá hacer diferente durante décadas en éste país, pues desde éste próximo año -2014- en adelante, se comenzará a fortalecer un régimen más duro, intolerante y avallasador frente a una sociedad que seguirá aletargada, manipulada y dominada por un grupo de poder económico mayúsculo que le brindará las bondades de traficar –digo, negocios- con el petróleo ubicado en las profundidades de nuestro litoral –y sigo con la idea arcaica de que el recurso natural es nuestro-, corrijo entonces, que se encuentra en las profundidades del océano que se encuentra dentro del territorio México.
La promulgación de la Reforma Energética me obliga a plantearme la siguiente hipótesis de lo que vendrá para México durante los próximos 30 años.
En primera instancia, se verá una reducción de la gasolina, el gas y la luz eléctrica; no por bondad tecnócrata, sino por estrategia económica y política. De lo que se trata es fortalecer y mantener el voto de la clase media y proletariada a favor del proyecto neoliberal, significa entonces que de bajar en promedio $1 peso por litro la gasolina, provocará una reducción en el transporte del gas y de los costos de la luz eléctrica. Esto se podrá ver a partir del tercer año o cuarto de mandato, significará una herramienta útil para ganar votos a favor de toda oposición de izquierda. Durante éste tiempo, se irán conformando empresas mexicanas intermediarias para ligar a las transnacionales como Shell, Exxon, Halliburton, British Petroleum, Chevron, Repsol y demás empresas, para adelgazar y desaparecer la figura emblemática de PEMEX. Y mientras esto sucederá –en mi supuesto- durante el presente sexenio, en los venideros 12 años, se desmantelará la educación pública, así como los servicios de salud, arrasando así con todo tipo de entidad paraestatal o figura financiada con recursos del Estado mexicano. Sólo bastan dos sexenios más, para ver cristalizado el mayor proyecto emprendido desde hace ya 31 años por los ultraconservadores, la élite empresarial, tecnócratas, políticos corruptos y fanáticos del capitalismo draconiano, quienes podrán ver instaurado en su máxima expresión y con todos sus elementos económicos y de controles sociales, el modelo de la doctrina económica emprendida por el difunto apóstol Milton Friedman, teniendo por lo tanto, un Estado minúsculo al servicio de una oligarquía que seguirá dictando lo que mejor conviene a sus intereses, apoyados con la tesis del bondadoso “libre mercado”, que no es más que un instrumento económico para controlar el rumbo de un país y mantener el domino de sus recursos, con fines meramente mercantiles, individualistas y perniciosos para el equilibrio social, ecológico y sostenible de un país.
El Apunte
Está probado que la mejor economía para una nación, es mantener siempre el equilibrio entre la propiedad privada y la rectoría, protección y resguardo de los recursos no renovables con los que cuenta un país. De no ser así, dichas sociedades estarán sujetas a su propia degradación social.
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