Las dos cadenas, al gusto de Televisa (Primera Parte)
En vísperas de que el 20 de noviembre pasado el Instituto Federal de Telecomunicaciones diera a conocer el nombre de los 3 finalistas en la licitación por las dos cadenas de televisión digital terrestre, en los tribunales especializados en la materia llegaron sendos litigios de amparo de Grupo Televisa en contra de la declaración de “agente económico preponderante”. El objetivo de los abogados es prolongar este litigio ya que, de estar en firme la declaratoria, el IFT debe obligar a la empresa de Emilio Azcárraga Jean a compartir su infraestructura con los posibles nuevos competidores en televisión.
A la par de esta estrategia de los abogados de Televisa, la Comisión de Comunicaciones, encabezada por el panista Javier Lozano, claramente alineado a los intereses del consorcio televisivo, envió el 19 de noviembre un oficio a Gabriel Contreras Saldívar, presidente del IFT, para presionar al órgano regulador en materia de consulta pública sobre los agentes económicos preponderantes en telecomunicaciones (léase América Móvil, de Carlos Slim) y de radiodifusión (Grupo Televisa). Sólo mencionaron el primer caso y le reprocharon al IFT que no hubiera sometido este plan de desincorporación de activos de América Móvil a consulta pública.
El documento del Senado –que no fue discutido con los integrantes de toda la comisión- le recordó a los comisionados del IFT que su autonomía “no significa de alguna manera que este órgano pueda conducirse al margen de la ley”.
Para el especialista Ramiro Tovar estos dos antecedentes explican por qué de los 8 grupos interesados en participar en la licitación de las dos cadenas de televisión sólo quedaron 3 como finalistas: Centro de Información Nacional de Estudios Tepeyac, de Mario Vázquez Raña; Cadena Tres, de Olegario Vázquez Aldir; y Grupo Radio Centro, de Francisco Aguirre.
“Ante la presión de los legisladores y el litigio de un amparo el riesgo para los otros inversionistas era mayor. Los otros cinco grupos consideraron que no estaba en firme la compartición de infraestructura de Televisa y optaron por salirse”, afirmó Tovar.
En entrevista con Proceso, el consultor y profesor en el ITAM, consideró que los tres finalistas coinciden en lo siguiente: “los tres grupos tienen una fuerte presencia en radio, ya sea través de estaciones propias o afiliadas. La radio se comercializa y genera contenidos de manera semejante a la televisión. Tienen mayor infraestructura propia existente, sobre todo en materia de despliegue de torres de transmisión y de potencia. Ya tienen una cobertura probada que puede ser utilizada para la televisión abierta digital”.
“Las torres de transmisión valen por su ubicación y por los derechos de uso de suelo. Estos tres grupos tienen la infraestructura suficiente en esta materia, los otros no. Esto nos lleva a otro punto inexorablemente: una de las torres deben ser para radio y otra para televisión. Cuando se deben duplicar la ubicación y distribución de éstas, los mejores lugares ya están ocupados. Y si no está en firme la obligación de Televisa de compartir su infraestructura, los otros postores optaron por salirse ya que su inversión no iba a estar segura”, explicó Tovar.
-¿Entonces la licitación de las dos televisoras se diseñó a modo del agente preponderante que es Televisa? –se le cuestionó.
-Hay varias otras medidas que así lo indican. En primer lugar, el IFT no permitió que Grupo MVS, con experiencia probada en hacer televisión, pudiera cambiar a la figura de concesión única y dar servicios de televisión abierta. Eliminaron a un verdadero rival. En segundo lugar, el tope de inversión extranjera de 49 por ciento en radiodifusión desincentiva a grupos mediáticos foráneos. En tercer lugar, la incertidumbre sobre la condición de preponderancia de Grupo Televisa.
“Supongamos que el 19 marzo de 2015 -fecha en que debe emitir su fallo el IFT- no resuelven los tribunales especializados, Televisa no está obligado a compartir su infraestructura.
“Por el sólo calendario que alienta el factor de incertidumbre para proteger los intereses de Televisa, por la disminución de rivales de peso y por las presiones legislativas, podemos concluir que es una licitación a modo del agente preponderante”, explicó Tovar.
Para el especialista, el escenario ideal hubiera sido tener competidores como MVS, el propio Aguirre, América Móvil y algún consorcio extranjero. “Entre ellos sí hubiera sido una competencia creíble y efectiva. Los comisionados del IFT protegieron la licitación y pusieron barreras de entrada”, concluyó.
(Continúa mañana…)
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