Dinero
Aumentazo: alcanza para 5 tortillas
Error de diciembre: una deuda eterna
Faltan vacunas en el IMSS
Enrique Galván Ochoa
N
o hay punto de comparación entre la generosidad que el presidente Peña Nieto ha demostrado con su amigo Juan Armando Hinojosa –el mecenas de las residencias de Lomas y Malinalco– que con las trabajadoras y trabajadores mexicanos. Los contratos de obra pública para su amigo suman miles de millones de pesos. Sin embargo, a su gobierno le ha tocado revisar el salario mínimo general correspondiente a los años 2013, 2014 y 2015. Los aumentos para el
menos peor, el de la zona A, suman $7.77. Apenas son suficientes para comprar 17 tortillas. El de 2015 es deprimente. Como ya están enterados, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos aprobó un aumento de 4.2 por ciento. En la zona A será de $2.81 para quedar en 70.10 pesos y en la B de $2.68, y quedará en $66.45. No alcanza para comprar un boleto de Metro. Por otro lado, el nuevo salario quedará prácticamente anulado el mismo día que entre en vigor –el primero de enero– con el gasolinazo y el aumento de los pagos a Infonavit. La negociación quedó muy corta ante las expectativas que había despertado su desvinculación de conceptos como multas. El debate avanzó en el Distrito Federal, donde ya fue aprobada una unidad de medida independiente. Recientemente incluso el Presidente incluyó en su reciente decálogo de acciones la desvinculación a nivel federal, pero fue una frustración porque no pasó la aduana del Senado. ¡No le echaron las mismas ganas que a la reforma energética! El turbio Javier Lozano logró introducir una propuesta de modificación al artículo quinto transitorio, en el que se especifican los mecanismos mediante los cuales se establece el valor de la nueva unidad de medida. En la propuesta de Lozano, la Cámara de Diputados deberá discutir, en un plazo no mayor a 120 días, una ley reglamentaria para establecer el valor de dicha medida.
Es un absurdo, opina la diputada Luisa María Alcalde, del nuevo bloque de Morena.
Lo que logró Lozano es que se hiciera la voluntad de la Coparmex para detener el aumento a los salarios, porque ahora la discusión de la desvinculación se irá hasta febrero.
Error de diciembre
Esta Navidad se cumplen 20 años del
error de diciembre. Costó al país 120 mil millones de dólares. La paridad de la moneda es muy variable en estos días, lo que dificulta hacer un comparativo, pero aunque se ha abonado una fortuna desde entonces la deuda sigue siendo impresionante: 838 mil 761 millones de pesos. En la víspera de la Navidad de 1994 los mexicanos se levantaron con la noticia de que el peso se había devaluado 40 por ciento. Salinas de Gortari había dejado una deuda de casi 30 mil millones de dólares en Tesobonos, instrumentos de inversión en manos de extranjeros y mexicanos, a corto plazo, denominados en pesos, pero que se pagaban en dólares. Habían sido creados para financiar el déficit del gobierno. El levantamiento del EZLN en Chiapas y los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu mermaron la confianza de los inversionistas en el país. Mientras que el primero de enero de 1994 las reservas internacionales eran de 28 mil millones de dólares, el primero de diciembre –día en que tomó posesión Ernesto Zedillo– sólo quedaban 12 mil 510. Zedillo tomó la decisión de devaluar la moneda. El entonces secretario de Hacienda, Jaime Serra Puche, la anunció a un grupo de grandes empresarios en una reunión el 19 de diciembre de 1994. Salieron a comprar dólares. Para el 21 de diciembre, las reservas internacionales eran de 5 mil 500 millones de dólares. La crisis mexicana afectó a otros países e inclusive se constituyó en un riesgo para el gobierno de Estados Unidos. Bill Clinton aprobó urgentemente un préstamo de casi 50 mil millones de dólares, a los que se añadieron 17 mil del Fondo Monetario Internacional y 10 mil del Banco de Pagos Internacionales. Cuando el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Jim Leach, presentó la propuesta del préstamo a México, lo hizo con estas palabras:
Si funciona, Estados Unidos tiene el potencial de ganar enormes sumas de dinero. Zedillo tomó la decisión, con el apoyo de panistas como Vicente Fox, Felipe Calderón y Diego Fernández de Cevallos, de salvar a los bancos, de ahí se originó la deuda del Fobaproa. Pero abandonaron a su suerte a pequeñas empresas y a las familias. Perdieron casas, departamentos, automóviles. ¿Encuentran similitudes con lo que ocurre hoy en México? Las hay, son muchas.
@Vox Populi
Asunto: no hay vacunas
Enrique: estoy muy enojado, por no decir una palabra más fuerte. Soy una persona mayor de edad y la semana anterior me presenté muy temprano a la clínica 38 del IMSS, de Gabriel Mancera y San Borja, para aplicarme la vacuna contra la influenza, donde me informaron que no tenían existencias hasta finales del próximo mes de enero. ¿De qué sirven sus costosas campañas de PrevenImss, si no cuentan con las vacunas y medicamentos necesarios? No hay dinero para medicinas ¿pero que tal para hacerse de casotas en Malinalco y en Las Lomas? A los responsables de estas carencias quiero desearles que pasen la peor de las navidades y fiestas de año nuevo.
Ignacio Romero Ruiz, delegación Benito Juárez
R: El director general del IMSS, José Antonio González Anaya, está desarrollando un programa de ahorros por el cual ha sido felicitado. Sin embargo, dado el creciente número de quejas, está ahorrando en el lugar equivocado: las medicinas.
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Paren de sufrir... Con el aumento al salario mínimo ya se puede comprar una fotografía de un pavo al horno.
Comunicado: debido a la inseguridad que se vive en México, no vendrá Santa Claus este año, teme que lo vayan a desaparecer.
Puedes llegar hasta donde te lo propongas si empujas suficiente con los codos–Usuario MetroDF
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