viernes, 29 de enero de 2016

Astillero
Legarreta, economista por encargo
Opiniones patrocinadas
Que no hubo ecocidio en Tajamar
Morelia da permiso a LLDM
Julio Hernández López
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RECEPCIÓN EN EL SENADO. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue recibido por legisladores priístas al llegar a la inauguración de la reunión plenaria de la bancada del PRI en el SenadoFoto Roberto García Ortiz
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a realidad nunca será tal si no ha sido confirmada por un boletín o una conferencia de prensa gubernamentales, o al menos así lo consideran personajes como el procurador federal de protección al ambiente, quien ha hecho saber la verdad oficial a activistas, expertos y ciudadanos en general que se hubiesen atrevido a pensar en un ecocidio o una devastación del ambiente en el manglar llamado Tajamar, de Quintana Roo: simplemente no hubo ni hay tal agresión a la naturaleza, todo ha sido una equivocación masiva, una especie de efecto óptico distorsionador, incluso un malévolo resultado más de las tramposas redes sociales que en algunos casos difundieron imágenes manipuladas, abiertamente mentirosas. Oh, sí.
La aparición en escena de Guillermo Haro Bélchez, funcionario federal que, ¡por supuesto!, antes fue funcionario en el estado de México (llegó a ser secretario de la contraloría en esa entidad, donde abundan los plumajes gobernantes que sí se manchan, y mucho, al cruzar el pantano de la corrupción), sumó la citada procuraduría (la Profepa) al concierto de oficinas y personajes que con vehemencia buscan eludir cargas de responsabilidad respecto de lo sucedido en el manglar de Benito Juárez (municipio donde se asienta Cancún), en el Quintana Roo donde Roberto Borge dejará este año de multiplicar los problemas locales.
La gravedad del asunto, que ha provocado repulsa en el país y en algunos puntos del extranjero, ha hecho que los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón aparezcan como corresponsables directos, en función de su respectivo paso por Los Pinos y de las decisiones que adoptaron o permitieron, con el michoacano esposo de la señora Mar(gari)ta en denodada pelea por zafarse de lo que desde el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) le han demostrado que sí fue de su año. La caricaturesca guerrita por despojarse de culpas tiene solamente valía procesal en las élites, pues los ciudadanos saben bien que unos y otros, panistas y priístas, han convertido el tema ambiental en un botín político siempre dispuesto a subastar permisos, concesiones y demás parafernalia burocrática del ramo.
En esa programación diaria de verdades oficiales ha aparecido Andrea Lizbeth Legarreta Martínez (nacida el 12 de julio de 1971 en la ciudad de México), quien ha participado como actriz en diversas telenovelas y ha conducido programas de variedades de entre los cuales el más conocido es el llamado Hoy, un matutino de temas ligeros que se transmite por Televisa en su Canal de las Estrellas. En esos andares, superficiales y dedicados a la diversión elemental, Andrea Legarreta pretendió hacer una reflexión acerca de un tema que hoy mantiene a los mexicanos en ascuas: El que suba el dólar no afecta a los mexicanos, y sube por culpa de las economías de otros países que están mal, no es por culpa de nuestro gobierno, dijo con un osado aire de especialista en la materia.
Dicha que hubiera sido en ejercicio de una libertad de expresión, que en ese programa deriva hacia la chabacanería, la opinión de la mencionada conductora podría ser discutible, pero respetable. Sin embargo, aún sus propios simpatizantes televisivos (en su cuenta de Twitter tiene más de 4.1 millones de seguidores) reaccionaron entre preocupados y airados por el hecho de que tal frase con tufo a oficialismo pretendiera sosegar con evidente torpeza los ánimos nacionales, tan pendientes del deslizamiento de la moneda nacional ante el dólar y de las consecuencias económicas previsibles.
Queriendo corregir o explicar el punto discordante, Legarreta acabó avivándolo y, lo peor, dejando constancia de que hay anunciantes patrocinadores de las frases que esos conductores recitan como propias, convertida su profesión en caja de resonancia de quien paga, tema ampliamente denunciado, pero hasta ahora sin confesión de parte que releva de pruebas, por los críticos del periodismo televisivo y su programación de variedades (en ésta, suelen aparecer políticos en busca de votos o funcionarios afectados de devaluación de imagen, para aparentar diálogos inocentes o simplones).
Así lo dijo la conductora Legarreta: “El programa, como cualquier revista, tiene también anunciantes y menciones de todo tipo y dichas menciones son textos escritos por LOS ANUNCIANTES (…) sólo somos el medio para hacerle llegar al público lo que ESOS ANUNCIANTES QUIEREN COMPARTIR. Esto no significa que sea nuestra opinión o punto de vista”. Es de suponerse que se refería a los programas en los que ella participa y no necesariamente a los de otra índole, como los noticiosos, pero la actriz en mención aseguró que “en un programa de televisión los contenidos, menciones y secciones NO LOS ESCRIBIMOS los conductores… y por tanto no todo son opiniones personales” (mayúsculas, en el original).
Las develaciones de Legarreta hacen preguntarse con fundamento quién es ese anunciante o patrocinador que contrata voces mediáticas para favorecer sus puntos de vista y hacerlos ver como propios de esos opinantes de alquiler. Es razonable también preguntarse cuántas de las opiniones personales que abundan en los medios de comunicación son patrocinadas por anunciantes de entre los cuales destaca el gobierno federal. Ya en las elecciones recién pasadas hubo una abierta transgresión electoral, aprovechando las lagunas legales al respecto, cuando el delictivo partido Verde contrató a figuras del espectáculo y los deportes para promover en Internet al PVEM el mero día de los comicios. Ahora, según confesión de la conductora televisiva Legarreta, los anunciantes abiertamente compran comentarios al aire para exculpar al gobierno federal y tratar de engañar a quienes están preocupados por la difícil situación económica.
Y, mientras el ayuntamiento de Morelia dio marcha atrás a su pretensión de impedir actos masivos en los días anteriores y posteriores a la visita del Papa a esa ciudad, pues acabó dando un permiso acotado a La luz del mundo para realizar bautismos y otras actividades religiosas el 14 de febrero, ¡hasta el próximo lunes!
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