jueves, 28 de enero de 2016

Tiene razón Federico: hay niveles, no son iguales Beltrones y el Peje

@jlca007jue 28 ene 2016 12:31
  
 
Manlio Fabio Beltrones
Manlio Fabio Beltrones
Foto propiedad de: Internet
Conversaba ayer por la tarde con el gran periodista Ignacio Rodríguez Reyna, director la revista EmeEquis, sobre los temas claves de la agenda nacional de coyuntura.
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Un punto relevante de esa agenda, coincidimos Nacho y el redactor de estas notas, fue el de la inseguridad que vive el país. Un fenómeno que parece imposible de detener y que subsume con sus consecuencias al económico y al político de una manera casi total.
Rodríguez Reyna me dijo que el tratamiento del asunto por los medios debería ser muy profesional y acucioso en temas como la inseguridad.
Comentamos el gran reportaje que EmeEquis hizo sobre el famoso Quinto Autobús de la Noche de Iguala.
Apuntó Nacho, en el contexto de nuestra charla, que había géneros periodísticos novedosos, de mero registro del acontecer nacional, los que sin ser muy profundos, tocan puntos que interesan a la opinión pública.
Ponía el ejemplo de las que llamó “columnas express” de Federico Arreola. Y reconoció que hoy esas columnas ya son una marca.
Yo le comenté que gran parte del éxito de SDP era ese carácter de reacción inmediata que tenían las columnas “express” de Federico.
Y apoyadas por su intenso trabajo en las redes sociales el éxito se complementaba de una manera exponencial.
Le dije también, con todo sentido crítico, que había unas columnas de Federico que tenían mayor éxito que otras.
Pero que era un riesgo del oficio y no les quitaba ningún valor.
Y es que en la velocidad digital en ocasiones se cometen errores de percepción.
Creo que en la columna que publicó hoy Federico Arreola después de que escuchó la entrevista que le hizo Adela Micha a Manlio Fabio Beltrones si es un error de percepción de Arreola en la comparación que hace de Beltrones con López Obrador.
Simplemente la columna se agota en el reclamo de Arreola a Beltrones de llamar pejezombies al círculo rojo del tabasqueño. Manlio nunca habló de la sociedad mexicana de manera peyorativa en la entrevista.
Lo que me parece una desmesura es la cabeza de la columna:
“Hay niveles querido MFbeltrones; y el tuyo es inferior al de López Obrador”.
Manlio y el Peje viven algunas muy importantes circunstancias coincidentes; pero se desenvuelven en planos totalmente distintos y de manera natural a veces equidistantes.
Los dos, AMLO y Beltrones, son líderes de partidos políticos nacionales.
La eficacia política del sonorense hará que el PRI, de las doce gubernaturas que estarán en juego en junio próximo, se alce con la victoria en nueve de ellas, haciendo un cálculo conservador.
En cambio, ni el cálculo más optimista del círculo rojo de AMLO, los pejezombies, podría decir que están en posibilidades de obtener un resultado parecido.
Ni siquiera el círculo rojo de AMLO puede hablar de que su competitividad será más alta que la muy pobre que demostraron en la elección de Colima hace apenas unos días. Una elección en la que MORENA perdió el registro como partido local al no alcanzar, ni remotamente, el 3% de la votación que necesitaba para conservar su condición de partido político con registro en esa entidad.
Mis lecturas de bases de datos confiables por las fuentes consultadas, de los comportamientos electorales recientes en los estados que renovarán gubernaturas en junio, haciendo un con artificios de interpretación y proyecciones un esfuerzo de seccionamiento de militantes del PRD o el PT que migrarían a MORENA, no le otorgan al partido de López Obrador posibilidad de triunfo en NINGUNA DE LAS DOCE ENTIDADES QUE ESTARÁN EN JUEGO.
Esos son niveles de eficacia política incontrastables, los números no mienten, entre Manlio y el Peje.
Nunca he creído en la santificación de los hombres. Menos de los políticos.
En este espacio he expresado muchas veces que López Obrador es un luchador social respetable, pero que es un político lleno de egolatría (el estado, el partido y la política son él y nadie más) y que su soledad es en realidad un acto de soberbia al considerar que nadie, ni sus pejezombies, están a la altura de su vida, diría el inolvidable Álvaro Carrillo.
Beltrones es un político que no debe estar exento, por mera naturaleza humana, de haber cometido errores políticos y excesos en el uso del poder.
Pero entre sus grandes positivos están hechos como el de haber impulsado la dirección de derechos humanos desde la subsecretaría de gobernación de la que fue titular. Una dependencia que creció hasta convertirse en lo que es ahora es la CNDH.
También Beltrones condujo, bajo la guía de Don Fernando Gutiérrez Barrios, el proceso de reforma política que dio surgimiento al IFE y a la credencial de elector con fotografía.
Y MÁS RECIENTEMENTE LOGRÓ SACAR ADELANTE, COMO UN DIPUTADO POSEEDOR DE DOTES CONCERTADORES Y CON UN OFICIO QUE NADIE LE HA REGATEADO, LAS REFORMAS ESTRUCTURALES QUE PROMOVIÓ EL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO Y QUE HOY SON YA PARTE DE UN PROCESO QUE PUEDE SALVAR A MÉXICO DE UNA CATÁSTROFE SOCIAL Y ECONÓMICA.
Hay niveles, sin duda Federico.
Pero, cada quien en su espacio, ha demostrado resultados en la modernización de México.
Son resultados aún incompletos, de acuerdo.
Pero ni Peña Nieto ni Beltrones, se la pasan pregonando en el desierto, como mesías de un nuevo orden, la llegada del paraíso que sabrá Dios quién o quienes lo perdieron para México hace ya bastante tiempo.
Y CUANDO ESO SE PERDIÓ CASI TOTALMENTE, El Peje todavía militaba en el PRI

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