Que el presidente municipal panista de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández, estuvo ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro, pero no con sus correligionarios, sino en la oficina de Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de la bancada del PRI.
El alcalde llegó acompañado por el empresario neoleonés Enrique Régules, quien pidió a una asistente de Rojas anunciar su arribo. Cuando se le preguntó si tenía cita, respondió con naturalidad: “No, se concertó por medio de la oficina de Carlos Salinas de Gortari”.
Que en el lodazal por las alianzas hubo varios raspados, pero una de las más afectadas fue la lideresa del PRI, Beatriz Paredes, y no por salir en las fotos y la televisión sentada apenas unos metros adelante de Pinocho (la botarga, que conste), sino porque se siente traicionada por el presidente Felipe Calderón, a quien siempre había considerado “un amigo”.
Y eso que todo mundo jura, incluida la tlaxcalteca, que el mandatario nada sabía del enguaje por el Estado de México. ¿O también habrá mentido en eso?
Que en la reunión de los senadores panistas con César Nava hubo ausentes a quienes no les faltaron pretextos.
Uno de los casos más notorios fue el de Santiago Creel Miranda, quien argumentó que ya tenía en la agenda un acto de precampaña en Puebla.
Otro fue el del presidente de la Comisión de Justicia, Alejandro González Alcocer, quien alegó que no fue invitado a la encerrona en la Torre Azul.
Ambos, entonces, se perdieron el reclamo al líder blanquiazul por haber sido “tan ingenuo” de comprometer el voto de los diputados y senadores a cambio de la Ley de Ingresos… y sin dejarlo por escrito.
Que perredistas y panistas están enfrascados en otro debate, ahora para elegir candidato en su proyecto de alianza en Quintana Roo.
La izquierda se niega a aceptar otro aspirante que no sea Gregorio Sánchez, alcalde de Benito Juárez (Cancún), aunque los panistas insisten en la postulación de Carlos Joaquín.
Por eso la decisión se tomará con base en una encuesta… que esperan tenga más aceptación entre los contendientes que en el caso de Hidalgo, donde Francisco Xavier Berganza y José Guadarrama están cumpliendo con su advertencia de dejar sola a Xóchitl Gálvez, para hacerla parecer como una imposición
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