Mientras el PRI les aplaude,
siete tristes magistrados
cocinan un nuevo fraude
y avalan los resultados
de un comicial desaseo
y de antemano arreglado
donde cundió el acarreo
con el sufragio comprado.
¿Qué hay en este tribunal
que para nuestra desgracia
le está clavando un puñal
artero a la democracia?
Pues tiene de presidente,
ya que a nombres propios vamos,
a un hombre muy indecente:
Alejandro Luna Ramos.
Le sigue ua magistrada
que ya hizo daño al país
en una elección pasada:
Maricarmen Alanís.
Otro que ya había estado
en la transa electorera
y desde el fraude pasado
es Flavio Galván Rivera.
Esteban Penagos jura
que toda prueba fue vana.
¿Pues quiere en la dentadura
las tarjetas de Soriana?
Me encontraba ya listando
a Olimpo Nava Gomar
pero que me fueron dando
ganitas de vomitar.
Con nuestra lana se halagan
cual si fueran faraones
¡y miren cómo se cagan
sobre las instituciones!
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