Carta a John Ackerman | DESFILADERO
Por: Jaime Avilés (@Desfiladero132)
Querido John:
Uno de mis contactos en el Instituto Nacional Electoral (INE, antes IFE) me reveló antenoche (lunes 26 de mayo de 2014), que el titular de la unidad de fiscalización de recursos a partidos políticos de ese organismo, Alfredo Cristalinas Kaulitz, giró un oficio al grupo editorial Grijalbo-Random House para exigirle que entregue en forma exhaustiva“toda la información contable relacionada con la producción, distribución y venta” de Neoporfirismo. Hoy como ayer, el más reciente libro de Andrés Manuel López Obrador.
La documentación solicitada abarca “facturas, cheques, pólizas de depósitos, transferencias bancarias” y muchas cosas más, y el oficio agrega que si estos datos –que el INE solicita “con base en las facultades que le confiere la ley”– no son proporcionados en el plazo fijado, el organismo impondrá multas “de 500 días de salario mínimo” a las personas físicas, o de “100 mil días de salario mínimo” a las personas morales, que sean “omisas” a tal petición.
Como tú debes recordar, Cristalinas Kaulitz “auditó” las operaciones que realizó el PRI, a través de Banca Monex, para adquirir tarjetas prepagadas o monederos electrónicos de cadenas de tiendas departamentales como Soriana, mismos que distribuyó durante la jornada electoral de julio de 2012, para comprar alrededor de cinco millones de votos a favor de Peña Nieto.
Tampoco habrás olvidado que la “investigación” de Cristalinas Kaulitz se realizó después de que Peña asumió la presidencia, y concluyó que el Monexgate no había violado en modo alguno las leyes vigentes. Poco después, un alto cargo de la DEA lo contradijo al declarar en Estados Unidos que el cártel de Joaquín el Chapo Guzmán contribuyó con dinero del narcotráfico a la campaña de Peña Nieto.
¿Por qué Cristalinas Kaulitz dio su visto bueno a la tenebrosa operación Monex, vinculada según la DEA al crimen organizado, y de repente exige con frenesí la entrega inmediata de la documentación contable relativa a la producción, distribución y venta de un libro de historia, que ilumina la etapa del Porfiriato, y que, de acuerdo con los planteamientos de López Obrador, ha sido reactualizada por Carlos Salinas de Gortari en los últimos 30 años?
Como abogado y analista político, ¿no te parece, John, que detrás de los manotazos altaneros de Cristalinas Kaulitz es muy visible la intención, por parte del INE, de criminalizar el libro de AMLO para negarle el registro a Morena como partido político, pese a que esta organización ha cumplido sobradamente con los requisitos de las leyes vigentes en la materia?
Como periodista sin periódico, desde ayer por la mañana di a conocer esta atroz información por medio de mi cuenta en Twitter, lo que detonó una muy comprensible indignación en las redes sociales.
Al mismo tiempo que la divulgaba sin temor a equivocarme, pues la tengo absolutamente confirmada, llamé a la oficina de Cristalinas Kaulitz, al teléfono 55 99 16 00 extensión 421 679, para entrevistarlo, pero se negó a hablar conmigo. Morena y Random House, a su vez, prefirieron guardar total hermetismo.
En el ámbito del Movimiento de Regeneración Nacional se esperaba que el INE emitiera en estos días finales de mayo su dictamen sobre el registro del nuevo partido político. “A la mejor se están aguantando hasta que empiece el Mundial para opacarnos el festejo”, me dijo una militante de Morena.
O por lo contrario, pensé, querido John, que el INE utilizará la distracción mundial del Mundial para dictaminar que la solicitud no procede. Esta sospecha ahora es abonada por la sorprendente exigencia de Cristalinas Kaulitz, quien podría estar “armando un caso”, a partir de la publicación de un libro crítico al régimen, para colocar a Morena fuera de la ley.
Por si todavía no la has leído, John, te cuento que en su contraportada del número que empezó a circular este lunes, la revista El Chamuco sitúa las criminales campañas de descrédito lanzadas contra Carmen Aristegui, por parte de mercenarios como Ciro Gómez Leyva y Javier Lozano Alarcón, en el siguiente contexto:
El proyecto de ley de Telecomunicaciones que pretende facultar a las autoridades para que desconecten Internet durante manifestaciones públicas. La puesta en vigor de esa iniciativa en Chiapas, que le permite al gobernador Manuel Velasco borrar de Twitter las opiniones críticas a su persona.
La aprobación del uso de armas de fuego, por parte de la policía, durante las manifestaciones públicas en el estado de Puebla, así como la Ley General de Regulación de Manifestaciones Públicas en todo el país, que ya fue promulgada en Quintana Roo.
El endurecimiento del aparato jurídico del gobierno, John (si todavía estás ahí) contrasta con el debilitamiento político de Peña Nieto: en días pasados, El Universal y Reforma exigieron “cambios en el gabinete”, lo que bien sabes, se traduce como una demanda para que renuncien Luis Videgaray y el resto del gabinete económico, porque tras haber obtenido, gracias al servilismo del PAN y del PRD, todas las reformas que querían, no han logrado sacar al país de la recesión, frenar el desempleo galopante y, mucho menos, diseñar un plan de contingencia frente a la inminente debacle.
Nada extraño sería, pues, que la aprobación de leyes más represivas coincida con la negativa a reconocer a Morena como partido político, y que todo esto se lleve a cabo durante el campeonato mundial de futbol, adobado con la enésima muerte y resurrección del subcomandante Marcos.
Te ruego por último que, si lo consideras de utilidad pública para tus seguidores en Twitter, tengas la bondad de regalarle un RT a este link. Te saludo con el afecto de siempre,
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