Ciudad Perdida

Mancera, en ascenso

Acciones de gobierno

Futuro promisorio

Miguel Ángel Velázquez

L

as acciones emprendidas por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en meses recientes, le otorgaron el reconocimiento de muchos ciudadanos más allá de los limites de la ciudad de México. Reiterar el derecho de la mujer sobre su cuerpo, en el caso de la interrupción del embarazo, es de la mayor importancia para un país que busca consagrar las libertades como forma de vida, y llevar a la discusión la posibilidad de restructurar los métodos para otorgar el salario mínimo a los trabajadores, muestra a un gobernante que empieza a mirar más allá de las fronteras, geográficas y políticas, del Distrito Federal, y que se preocupa por lo que sucede, también, en el resto del país.

Algo está pasando en la carrera política de Miguel Ángel Mancera, algo que tal vez no sea tan visible para los ojos del defeño, pero que llama la atención en otras latitudes. Ayer, en París, el presidente de Francia, François Hollande, lo recibió con algo más que las formas que dictan el protocolo a un alcalde, aunque el Distrito Federal sea una de las ciudades más importantes del mundo.

Miguel Ángel Mancera fue recibido, se diga lo que se diga, como jefe de Estado, y eso sí que es noticia, porque si recordamos que hasta hace no mucho tiempo la política entre franceses y mexicanos no se daba con facilidad, las señales que envía el gobierno de aquel país, y el lugar que se debe haber ganado Mancera frente a la administración de Hollande, nos hablan de una realidad muy diferente a la que se vivió en los gobiernos de la derecha panista, que ha mejorado un tanto con la derecha del PRI.

Los temas que se trataron en el Palacio del Elíseo, también trascienden al DF, aunque le interesen: cambio climático, apoyo empresarial, aportaciones en tecnología e innovación, salud y turismo. ¿Más claro?

Pero lo que intentamos decir es que todo nos indica que Miguel Ángel Mancera ha llamado la atención de muchos grupos ciudadanos que están en búsqueda de una alternativa diferente a las que hasta ahora se han ofrecido en los ámbitos políticos, y si eso es verdad, Mancera tendrá dentro de poco un salto en popularidad.

No obstante, aun con las mejores intenciones, el futuro político de Miguel Ángel Mancera se escribe con la siglas del Distrito Federal, porque sólo con una ciudad en paz, en la que la tranquilidad ciudadana sea lo cotidiano, y donde el peso de las políticas públicas federales no alimente mayores índices de desigualdad, el actual jefe de Gobierno podrá respirar aires de otros ámbitos de gobierno.

Debido a ello es que resulta muy importante que en las áreas de gobierno de mayor trascendencia, nadie se equivoque. Cualquier error será muy bien utilizado por los enemigos de Mancera, dentro y fuera del gobierno, porque, aunque usted no lo crea, sí, sí los hay.

De pasadita

Además de los problemas extraordinarios, que como el de San Bartolo Ameyalco, en Álvaro Obregón, deben preocupar al jefe de la policía, Jesús Rodríguez Almeida, hay otros, los cotidianos que, se montan en la espalda y son difíciles de resolver si se utilizan métodos violentos o son causantes de alguna violación a los derechos humanos. Ejemplo de ello son los ladrones que se meten a locales comerciales y roban, principalmente aparatos de telefonía celular. Resolver ese problema antes de que aumente, porque no existe solución, es parte de los asuntos que seguramente preocupan al jefe de la policía.

Pero aunque las voces que le exigen que de una vez por todas en el DF se imponga la ley bala, para que los policías acudan a las marchas de protesta armados, se desgañiten en su exigencia, Rodríguez Almeida decidió ya que los uniformados en el DF no usarán armas frente a la ciudadanía, y eso, en estos momento y frente a esas presiones, se tiene que tomar en cuenta. Nada más.