Le digo a @NietzscheAristo otra vez que @EPN sí es un estadista
Mi amigo Héctor Palacio, @NietzscheAristo en Twitter, insiste en descalificar al presidente Enrique Peña Nieto. Como me menciona en su columna de este martes, “@EPN es un estadista, sostiene @FedericoArreola; ¿en serio?”, le respondo:
Sí, Peña Nieto es un estadista. Palacio cita el diccionario de la Real Academia Española para definir “estadista”. ¿Qué significa? “Persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado”.
Después de definir el término, Palacio pregunta lo siguiente: “¿Posee Peña las cualidades propuestas por los miembros de la RAE?”.
El responde que no. Apoya sus argumentos en algunas encuestas, sobre todo la reciente de Reforma. Creo que @NietzscheAristo no leyó correctamente ese estudio del diario presidido por Alejandro Junco de la Vega.
En la encuesta de Reforma, aplicada en las semanas finales de la reforma energética, creció la aprobación de Enrique Peña Nieto.
La aprobación de EPN había sido baja, por así decirlo, en anteriores encuestas. Pero creció cuando se vio que era una realidad la reforma energética.
Creo que @NietzscheAristo es un hombre inteligente. No debería entonces resultar muy complicado para él entender por qué las reformas han hecho caer –no tanto, no tanto– la popularidad del presidente Peña Nieto.
Las reformas han afectado a poderosos grupos de interés que las han combatido en los medios y en las calles . La reforma educativa provocó movilizaciones de la CNTE en la que hubo numerosas acciones de vandalismo. La reforma hacendaria molestó a los grandes empresarios –tan influyentes en los medios de comunicación– que no habían querido pagar sus impuestos. La reforma de telecomunicaciones enfrentó, en una guerra absurda, a los dos mayores monopolios de México, que no quedaron contentos por el hecho de que ahora tendrán que competir mucho más que en el pasado. Y la reforma energética, que no ha generadod las protestas masivas que la izquierda había prometido –se nota que la gente no es tan fanáticamente nacionalista como la ven en el PRD y Morena–, sí ha servido de pretexto para una fuerte campaña mediática en contra de Peña Nieto.
El enojo por las reformas explica que la aprobación de EPN haya caído en las encuestas. Pero, ya en el proceso final de los cambios legislativos, la aprobación de Peña Nieto ha vuelto a crecer.
¿Que si Peña Nieto es un estadista?
A 20 meses de su llegada a Los Pinos, los resultados son los siguientes: gracias al oficio político de EPN y sus colaboradores, los diputados y senadores han aprobado 32 nuevas leyes, 27 reformas constitucionales, 280 modificaciones a leyes ya existentes y 19 decretos.
Hay un México nuevo. Puede no gustarle a Héctor Palacio que México sea hoy menos estatista y más liberal, pero el hecho es que EPN logró lo que no pudieron hacer sus antecesores: sacar adelante las reformas estructurales.
Entiendo que los ciudadanos de izquierda, como Héctor Palacio, rechacen las reformas. Espero que ellos entiendan que muchos otros mexicanos, seguramente más que ellos, las apoyamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario