lunes, 3 de noviembre de 2014

Imposición: La tremenda corte al servicio de EPN y el poder trasnacional

@NietzscheAristolun 3 nov 2014 08:13
  
 
  El argumento para rechazar la consulta es risible, que es improcedente e inconstitucional porque está ligada a los ingresos y gastos del estado mexicano. 
9 a 1, ha sido la votación de la “suprema corte de justicia de la nación” en contra de la propuesta tanto de Morena como del pactista-legitimador-del-régimen PRD, para someter a consulta popular la llamada reforma energética impuesta por el encargado del ejecutivo y ratificada por el dedazo de la mayoría de los legisladores en uno de los actos más aberrantes en contra de uno de los mayores logros de la endeble historia mexicana, la expropiación de 1938 llevada a cabo por Lázaro Cárdenas; una regresión histórica.
El argumento para rechazar la consulta es risible, que es improcedente e inconstitucional porque está ligada a los ingresos y gastos del estado mexicano. ¿Y eso qué? ¿No es acaso la SCJN un ente superior e independiente con la capacidad incluso de entrar en conflicto con los otros poderes? ¿No es un ente autónomo? ¿Está condenada la sociedad a las determinaciones del ejecutivo y el legislativo así sean injustas y contra el interés social y de la propia nación como es el caso de la riqueza energética? ¿No tiene capacidad de reflexión, criterio proprio la SCJN? ¿Es que también está sometida a los intereses trasnacionales a los cuales está sometido el encargado del ejecutivo? ¿Estamos, en efecto, ante una mafia que opera la riqueza nacional sin que importe la sociedad? ¿Es que ya México es una sociedad inerme?
Ante esta “decisión” de la SCJN, no cabe duda de que aquella célebre corte, la tremenda, del también célebre programa radial cómico cubano tenía mayor criterio, juicio, tino y cuidado por el interés social antes que el individual; el bien antes que la fechoría; Nananina y Rubecindo Caldeiro y Escobiña, antes que el disparatado malhechor José Candelario Trespatines.
Y en el caso de la consulta negada, no solamente se ha desechado la petición de dos partidos y varios millones de firmas de ciudadanos, también y sobre todo, la consideración de un tema que tiene una dimensión histórica de gran envergadura; en caso de que fuera insuficiente el hecho de que la reversión constitucional y las respectivas leyes secundarias fueron impuestas sin mediar consulta social alguna.
¿Si ni siquiera una justa consulta popular es posible en este país asolado por la miseria, la violencia, el crimen, la corrupción, la ineptitud institucional,… qué le queda al ciudadano?
Las locuras y la crueldad del emperador Nerón amenazaron a Roma “…con la destrucción total y los espíritus se agitaron contra él. Entonces se descubrió hasta qué punto el régimen del principado había destruido todos los resortes de la vida política, cómo la ciudadanía carecía de instrumentos legales para hacerse presente en las situaciones difíciles, y cómo la realidad era que sólo quedaba en pie la fuerza militar” (es decir, el autoritarismo; José Luis Romero, en su Estudio Preliminar a las Vidas de los doce césares, de Suetonio). Y simultáneamente, en tanto la ciudadanía careció de posibilidades de acción, de salidas, se recrudeció la lucha descarnada por el poder entre las distintas facciones militares en los años 68 y 69 del siglo I. Hasta que arribaría al fin esa época de supuesta felicidad romana, conocida como de los Antoninos, iniciada por Nerva y prolongada hasta Marco Aurelio, en la cual fue posible, de acuerdo con Tácito, esa rara combinación del poder magnánimo del principado y la libertad  social conviviendo en un tramado de leyes que dieron voz al ciudadano.
Al parecer la vida en sociedad es cíclica. El autoritarismo de hoy en México, la imposición por consigna de las materias fundamentales, pudiera tener un fin. Mas no han bastado 5 millones de votos ante la SCJN ni  14-16 millones en las urnas; ¿qué queda?

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