COLUMNAS
La ambición de los Zavala Calderón
Pudiera ordenar los apellidos al revés, pero como es ella, Margarita, la que desea llegar ahora a la presidencia, se ve bien así, porque de darse semejante infortunio y desastre para el país, Felipe de Jesús jugaría el papel de “la primera dama”; o “damo”.
Y en ello consiste la ambición del matrimonio, regresar a Los Pinos, ya que no bastó el fraude de 2006 para saciar su apetito político. Como tampoco ha bastado para saciar el deseo de acumulación sus largos años de burócratas y la “pensión” injustificada que Calderón recibe del erario por haber fungido como administrador del poder ejecutivo y generador de una costosa y sanguinaria guerra que logró cumplir con el ciclo de violencia en México: 1810, 1910, 2010; las dos primeras fechas históricamente tan justificables como execrable la última.
Bastarían esos dos datos, el fracaso de su gobierno y la acumulación, para deslegitimar el deseo de la señora Zavala (aunque para los políticos pareciera no haber alimento que los colme). Pero no es todo. Las redes sociales, más críticas que el periodismo promedio, han destacado el historial que debiera hacer imposible no sólo el retorno, sobre todo, la ambición misma envestida de cinismo y enmascarada de inocencia. Citemos algunos datos más:
1. Margarita ha validado (y continúa haciéndolo) a Felipe Calderón de principio a fin (final que desea prolongar para daño del país). Es decir, desde la ilegitimidad de la elección de 2006 (que cuando menos debió de repetirse) hasta la guerra lanzada por el marido y sus violentas y devastadoras consecuencias.
2. La guerra jamás fue consultada a la nación y ni siquiera al congreso. Fue lanzada sin más y como a la aventura con afán de legitimación; y quien ha pagado el precio ha sido la sociedad, las familias. Responsabilidad compartida de la “ ex primera dama” que, como política con carrera “independiente” como siempre se ha presumido, no dijo una sola palabra ya no reprobatoria, crítica siquiera sobre el accionar de su esposo y su gobierno.
3. Zavala tampoco ha dicho palabra sobre los 100.000 muertos y los más de 25.000 desaparecidos durante el régimen de su marido. Ningún aliento de solidaridad o dolor con las miles de familias, con los mexicanos ante la pérdida injustificada y la tragedia. Es decir, se ha tratado de una complicidad compartida.
4. Cada vez que, sin mediar investigación y sin ninguna consideración, Calderón acusó de criminales a jóvenes asesinados por la delincuencia, fue una acusación también de Zavala.
5. El crimen impune de la guardería ABC no sólo recayó sobre la administración panista, en particular en la familia de Zavala; Marcia Matilde Gómez del Campo, socia fundadora de la guardería del crimen, es prima de la aspirante presidencial (y no olvidar que el indeseable Horcasitas murió sin haber sido procesado).
6. La violación de los derechos humanos, la desaparición forzada, el “daño colateral” de la guerra, signos de ese sexenio, tampoco merecieron una expresión de la pareja de Calderón.
7. Zavala ha utilizado el subterfugio de la misoginia y el antifeminismo como repruebo intolerante ante la crítica de que ha sido objeto por respaldar al conyugue y por no decir nada tampoco, por ejemplo, ante los miles de feminicidios en ese sexenio siniestro.
8. La prensa acomodaticia elogió la “elegante discreción” de la señora durante seis años (un colaborador de Milenio, Álvaro Cueva, ha hecho una increíble e indignante apología de la presentación de la candidatura de Zavala). Esa discreción no ha sido sino silencio. Mutismo cómplice ante el horror de la administración del consorte que condujo al país a los abismos del terror.
Hoy, al continuar en el proceso de su ambición, Zavala ha dicho que la diputada panista relacionada con El Chapo Guzmán ha causado una “humillación” al PAN y que el partido debiera de pedir perdón a la sociedad. José Hernández, cartonista de La Jornada ha puesto bien las cosas. En una caricatura aparece la señora con el chal del “elegante” lanzamiento de #YoConMexico (elogiado por los periodistas cucurbitáceos) y dice: “El PAN debería pedir perdón por postular a alguien ligado al Chapo… pudiendo postular a alguien ligado a quien lo protegió todo su sexenio”. Ironía revalidada con una sentencia de Álvaro Delgado: “Si alguien dio protección a Joaquín El Chapo Guzmán y pactó con él fue precisamente Calderón, avalado de principio a fin de su sangrienta guerra sexenal por Margarita Zavala, quien va dejando los ropajes panistas para irse enfundando el atuendo ‘ciudadano’”. Y añade, “Los esposos, socios y cómplices Felipe Calderón y Margarita Zavala han puesto ventilador a la inmundicia del narcotráfico en el Partido Acción Nacional (PAN), pero si a muchos ya salpica, como a Gustavo Madero y a Jorge Villalobos, a ellos los embarra de cuerpo entero.”;Proceso, 25-01-16. Vale la pena leer el texto de Delgado, “Calderón-Zavala: Ventilador a la inmundicia”.
En conclusión, ya sea como candidata del PAN o como “independiente”, Margarita Zavala sería prolongación de Felipe Calderón: es decir, lo que ya se ha padecido, PRIAN con lo mismo. Porque su #YoConMéxico quiere ocultar en realidad la metamorfosis, la antítesis: #NosotrosLosZavalaCalderónContraMéxico.
Para quienes no lo han leído o no lo conocen, una vez más referiré la casi profética visión del historiador Daniel Cosío Villegas (autor que Enrique Krauze presume como maestro y mentor aunque pareciera no haberle hecho mucho caso o no haberlo leído bien o suficiente a pesar de haberlo biografiado, pues dio total apoyo a la llegada de Calderón al poder y a su administración; ¿hará campaña igualmente por la esposa?), prospectiva teórica confirmada en la praxis pues se ha cumplido con Fox, ratificado con Calderón y comprende a sus hombres y mujeres, entre las cuales está Margarita; a saber: el fracaso del PAN una vez que ascendiera al poder. Tanto por condicionamiento ideológico y moral como por la carencia de elementos humanos adecuados para el gobierno del país. Y añadamos algo que también vislumbró Cosío, el maridaje entre el PRI y el PAN que llevaría a una insustancial diferenciación entre ambos y a la mutua corrupción.
La agudeza anterior la publicó Cosío Villegas por vez primera en marzo de 1947, en esa extraordinaria revista que fue Cuadernos Americanos, hace casi 70 años. El célebre escrito donde esto dijo se llama “La crisis en México”, recogido en sus Ensayos y Notas I, de 1966, publicado por Editorial Hermes, S.A. No hace mucho se encontraba arrumbado y con olor a orines de gato el tiraje casi completo de los dos tomos (3 mil ejemplares) en las librerías del Fondo de Cultura Económica. Tal vez por allí continúe esa joya del pensamiento político sobre México.
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