martes, 23 de marzo de 2010

Evaluaciones para los evaluadores---Polimnia Romana

Evaluaciones para los evaluadores

Polimnia Romana Envía.23 de Marzo, 2010 - 00:00 | 2 comentarios
El secretario de Educación, Alfonso Lujambio, como que quiso echarle tierra en los ojos a doña Elba Esther Gordillo, la que realmente manda en la SEP, al develar que alrededor de 400 mil maestros en el país trabajan al margen de un sistema que evalúe de manera constante su desempeño y los mantenga actualizados.

Obviamente se refirió a los mapaches de la señora, entrenados para hacer el trabajo sucio electoral, y que no necesitan ser evaluados en materia educativa. De cualquier manera, aunque no fuera así, queda la gran duda: ¿quién evalúa a los maestros?

Los primeros que necesitan una evaluación a fondo son precisamente Lujambio y Gordillo - la HLNAI1 -, ya que la vendedora estrella que cambió una Secretaría por una curul se fue sin evaluación alguna.

Según los designios de la OCDE, México lo que necesita es preparar mano de obra barata, así que las evaluaciones practicadas al personal docente que se encarga, según ellos, de la noble labor de entrenar niños para el mercado laboral, no requieren profundizar en el ramo humanístico de la educación, que encierra valores universales como la verdad, la belleza y la bondad. Lo único que al maestro se le evalúa realmente con esta clase de pruebas, hechas en el extranjero y mal traducidas por los jóvenes egresados del ITAM que inundan la SEP, es su disposición para aceptar, sin cuestionar, programas absurdos de enseñanza básica y, desde luego, la disposición para entrar en acción durante los procesos electorales en los que la Jefa de Jefes marca con anterioridad hacia donde hay que apuntar las baterías.

Tristemente pero así es. Nadie le apuesta a la educación para salir realmente de las crisis que padecemos. El abandono de las futuras generaciones, como bien dice Andrés Manuel López Obrador, es una de las causas por las que la delincuencia aumenta de manera alarmante.

Estos evaluadores que no son evaluados al momento de otorgarles un cargo, inmerecido a todas luces, saben que su único quehacer dentro de la Secretaría, que debería ser la más importante y con mayor presupuesto, es operar en México las maniobras dictadas desde el extranjero.Si realmente fueran evaluados con un instrumento ético y profesional, no sólo reprobarían sino que no podrían ocupar el cargo que ostentan. Así es la cosa, el que tiene en su mano el poder manda, aunque mande pura tontería.

Confieso que este tema me causa mucha rabia porque vengo de una familia de maestras comprometidas con la infancia, quienes dedicaron su vida al cuidado de los pequeños, en los que vieron siempre el verdadero potencial que tiene este país.

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