martes, 27 de agosto de 2013

El populista premio Nobel de Joseph Stiglitz

JORGE HERNÁNDEZ@jorgekravitzmar 27 ago 2013 10:11
  
¿Cómo definirían los capitalistas draconianos las últimas declaraciones del premio Nobel de economía 2001, Joseph E. Stiglitz?, respecto a su opinión dictada durante su intervención en la conferencia magistral organizada por la casa de bolsa Vector.
Resulta que el destacado y reconocido economista quien fuera miembro del Consejo de Consejeros Económicos durante la gestión del ex-presidente Bill Clinton, así como ocupara la vicepresidencia y fuera el economista en jefe del Banco Mundial durante 1997 al 2000, volvió hacer de las suyas con sus declaraciones contra las medidas draconianas del sistema capitalista fundamentalista de Milton Friedman.
Hay quienes se dicen capitalistas –derechistas- por la simple sencilla razón de apegarse –según ellos- en los preceptos y conceptos básicos del capitalismo como modelo generador de riqueza y desarrollo para las sociedades, sin embargo dicho grupo de personas confunden sus “preceptos” que dicen basarse con ideologías y dogmas fuera de un razonamiento lógico y matemático. Muchos de éstos seguidores –un poco fanáticos de élite- defienden a ultranza las supuestas bondades que tiene la religión económica del fallecido economista Friedman, aferrándose en su teología económica en la que el 1% de la sociedad ostente la mayor riqueza, para después, éste mismo sector de élite establezca los mecanismos y condiciones que deriven en un esparcimiento de la riqueza controlada y bien administrada. Nada más falaz estilo de pensamiento que cualquier insulto a la inteligencia humana.
La madre de todas las reformas –como algunos la han llamado- que refiere –primero- a la polémica Reforma Energética y su hermana la Reforma Hacendaria –que por estrategia política será presentada éste próximo 8 de septiembre-, son desmenuzadas de manera simple, concisa y con una lógica económica para que ha México le vaya bien, fuera de los cuentos mexicanos que un grupo muy reducido de teólogos economistas se esfuerzan por imponer desde hace más de 30 años en nuestro país.
El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz pone entredicho la retórica oficialista del régimen dictatorial perfecto (Vargas Llosa dixit) que ha bombardeado todos los medios publicitarios –muy al estilo maquiavélico salinista- para incidir nuevamente en el colectivo pensamiento aletargado de los mexicanos como la panacea y la puerta al mundo globalizado de desarrollo y prosperidad económica que seguimos y seguiremos esperando.
Seis planteamientos básicos y claves expone el economista Joseph Stiglitz respecto a la Reforma Energética y su hermana la Reforma Hacendaria, para la propuesta energética sus recomendaciones son las siguientes:
Transparencia. “Que quede claro que las compañías petroleras se han resistido a este tipo de transparencia porque saben que no es buena para ellas y reconocen que los buenos negocios se hacen en lo oscurito".
Competencia. “Tiene que haber bases cuantitativas bien diseñadas y condiciones competitivas, lo que asegurará que México obtenga el mejor trato para la población. Y la idea que hay que tener en mente es el que petróleo y el gas pertenecen a los mexicanos, por lo tanto, los beneficios tienen que ser para la gente y no para las compañías petroleras”.
Establecimientos de buenos contratos. “Lo que significa que deben existir incentivos fuertes para que derive en un comportamiento sustentable que sea bueno; a las compañías que hacen la perforación se les tienen que incluir también obligaciones claras para que asuman la responsabilidad de los daños ambientales. Se deben dar derechos, pero también obligaciones”.
Compromiso. “Que los beneficios del petróleo y del gas se compartan ampliamente a través de precios más bajos no subsidiados y que parte de los ingresos se inviertan en un fondo para educación, por ejemplo”.
"Hay que reconocer que cuando se sacan recursos del subsuelo si no se invierten arriba del suelo, el país sigue siendo más pobre", afirmó.
Estabilización. “Hay que reconocer que los precios del petróleo y del gas tienen un alto grado de volatilidad”.
Establecimiento de políticas que contrarresten la apreciación de la moneda.
La Reforma Hacendaria no está exenta de una propuesta orientada al desarrollo y bienestar social, el economista Stiglitz recomienda que se proponga una carga tributaria más progresista, es decir, evitando impuestos regresivos como la generalización del IVA en medicamentos y alimentos. El premio Nobel recomienda que exista una mayor carga hacia los factores de contaminación, los monopolios y oligopolios, ya que para el destacado economista, ello derivaría en una mayor recaudación y equilibrio social.
La declaración sin duda rompe todo aparato publicitario oficialista del régimen, es que, para que un economista del nivel de Joseph Stiglitz considere que el petróleo y su control sigan estando en manos de los mexicanos, significa que una vez más la política salinista nos llevará por el camino equivocado.
El Apunte
Curioso resulta que un judío anglosajón diga abiertamente que las empresas petroleras privadas extranjeras son tan lesivas y sumamente ambiciosas a sus intereses draconianos. Muy similar visión del general Lázaro Cárdenas que lo orilló a expropiarles el petróleo, después de que se negaran miserablemente a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores mexicanos.  

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