#ChapoGuzman, hombre secreto, hombre público; se vale especular
En los pasados años, El Chapo es, por un lado, un hombre oculto, por otro, uno muy público. Restaurantes, fiestas, revistas, gentes le vieron. Quienes debían, la DEA, las autoridades y el ejército mexicano, nunca.
El capo más buscado del orbe; el capo cuya cabeza fue tasada en 5 millones de dólares por la DEA; capo constantemente incluido en la lista de millonarios de Forbes; el capturado y luego evadido, ha sido apresado de nuevo de manera simple y tranquila en un modesto hotel con humilde balcón que mira al bello mar de Mazatlán.
Y ese capo tan peligroso, muchacho alegre de Sinaloa a la Pedro Infante, nunca pudo ser recapturado en 13 años de andanzas tan evidentes y prácticamente de jet set. No, tenía que llegar un ejecutivo anunciado por la profecía de una chamana de Atlacomulco, con un nuevo rostro, para materializar la hazaña que la propia magna DEA no pudo. Un triunfo para el ungido por el oráculo toluqueño.
¿Cinco millones ofrecidos por la DEA y nunca fue visto en ninguna de sus fiestas; en los restaurantes de todo el país que disfrutó a gusto; cuando alguna de sus mujeres o familiares parieron en hospitales de Estados Unidos; en la reciente toma de Canelas, municipio de Durango, donde se casó en julio pasado con una chica de 18 años según reportaje de Proceso? (“Cuando El Chapo se casó con Emma I…”; Patricia Dávila, 22-02-14).
¿Cómo menospreciaron los informantes, las autoridades mexicanas, esos cinco millones; cómo logróForbes establecer los números de El Chapo para incluirlo en sus listas como si se tratara de Carlos Slim?
En los pasados años, El Chapo es, por un lado, un hombre oculto, por otro, uno muy público. Restaurantes, fiestas, revistas, gentes le vieron. Quienes debían, la DEA, las autoridades y el ejército mexicano, nunca. Siempre estuvo vedado a sus ojos, a su inteligencia y aun a las tecnologías más avanzadas de búsqueda.
En un país en que nada se cree porque nada es seguro, con El Chapo también valen todas las especulaciones posibles:
1. Que como Mario Aburto, supuesto asesino confeso de Colosio, al que presentaron no es Guzmán.
2. Que Guzmán siempre ha sido favorito de los regímenes pri-panistas; ¿qué pasó ahora?
3. Que siempre ha disfrutado de la amistad de políticos mexicanos; ¿quiénes y qué harán con ellos?
4. Que El Chapo ya está viejo y cansado; es tiempo de renovar “líderes” y ya tiene sucesor.
5. Que la captura es un triunfo de Peña Nieto y la DEA incrustada en México.
6. Que la captura es para alcanzar al fin, como pretendieron Salinas y Calderón, la legitimidad que Peña no tiene.
7. Que un “embarrado” AMLO habría prácticamente colaborado con El Chapo en 2005, cuando escapara de una cárcel del DF gobernado por Alejandro Encinas, su amigo guatemalteco Otto Herrera, quien le ayudara a fugarse de Puente Grande y a quien le devolvía el favor (columna de Alexia Barrios en SDPNoticias.com, 23-0214).
8. Que Peña no es leal con sus aliados. Ejemplos, Elba Esther Gordillo y Joaquín Guzmán (“…metió mucho dinero a la campaña de Peña Nieto, así que me sorprendió cuando lo arrestaron, allá en Mazatlán”, Phil Jordan, ex director de la DEA en El Paso, a la cadena Univisión; Emeequis, 23-02-14).
Y aquí la especulación mayor:
9. Que Barack Obama y Peña acordaron la captura de El Chapo. Ésta tiene aporta más datos:
Chapo ha dejado de ser funcional para la guerra antinarco que ha arrojado más de cien mil muertos en México y que sirviera para legitimar el fraudulento gobierno de Felipe Calderón. Se pasa a otra etapa en la que ya los energéticos han sido entregados por Peña Nieto a Estados Unidos, una tarea que no pudo cumplir Calderón. La nueva etapa requiere de pacificar los terrenos donde entrarán las compañías que usufructuarán la llamada energética así como a los mercados.
¿Demasiada especulación? Ni tanta. Primero, preparando el camino, Time designa a Peña como salvador de la patria. Segundo, Barack Obama acaba de estar en Toluca. Vino a ratificar su beneplácito por la “apertura” de los recursos estratégicos del país. Lo más natural es que para continuar con los propósitos y legitimar la presidencia comprada por Peña, se le dé al público un actor de reparto al cual han hecho pasar como un monstruo oculto cuando siempre fue público.
Los medios masivos pro-peñistas en búsqueda siempre de aplausos fáciles y que abominan de las críticas al jefe, celebrarán nacional e internacionalmente el evento sin contextualizarlo; están en su papel, es la línea.
Pero, ¿de quién es en realidad el supuesto triunfo de la captura de El Chapo Guzmán?
No hay comentarios:
Publicar un comentario