■ Eliminada, prohibición de someter a referendo las reformas
Con modificaciones de última hora, el Senado aprobó la Ley Federal de Consulta Popular. Los cambios eliminan la prohibición expresa de someter a referendo reformas constitucionales como la energética. De esa forma, se deja a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la facultad de definir en qué casos se pueden llevar a consulta modificaciones a la Carta Magna.
Cerca de la medianoche, la minuta fue aprobada en lo general con 103 votos en favor, 10 en contra y una abstención, luego de una larga y accidentada sesión –que continuaba al cierre de esta edición– en la que el PAN abandonó el salón de plenos por la mañana y presionó para lograr los cambios que dejaron fuera o matizaron las principales restricciones y candados a la consulta ciudadana.
El PRD votó dividido. ‘‘Se trata de una farsa y una simulación’’, advirtió desde tribuna Dolores Padierna. Dijo que el Senado incurrirá en una omisión legislativa, ya que en vez de crear una ley reglamentaria del artículo 35 constitucional en materia de consulta y fijar las bases para la realización de ese mecanismo de participación ciudadana, pasa toda la responsabilidad a la Suprema Corte.
Los cambios de última hora al dictamen fracturaron a los perredistas y una parte votó en favor. Sin embargo, Alejandro Encinas, Manuel Camacho, Mario Delgado, Raúl Morón y Padierna, entre otros, mantuvieron su postura en contra e insistieron en que la ley que se aprobaría ‘‘es el colofón de la reforma energética’’ que abrió paso a la inversión extranjera en la explotación del petróleo y la generación de electricidad.
La sesión de ayer comenzó con un retraso de dos horas. La fracción del PRD, en voz de Manuel Camacho, propuso una moción suspensiva ya que, dijo, la ley que se pretendía aprobar hará imposible consultar la reforma energética y otras que impliquen cambios a la Carta Magna.
Al votar en contra de la moción, el senador del PRI Omar Fayad señaló que México es una democracia representativa, pero no se puede renunciar a ello, ya que consultar al pueblo en materia energética ‘‘llevaría a la anarquía’’. De inmediato, el perredista Alejandro Encinas le recordó lo que dice el artículo 39 de la Constitución, de que ‘‘la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo y el pueblo tiene, en todo tiempo, el derecho inalienable de alterar o modificar la forma de gobierno’’.
La moción suspensiva fue votada en contra por la mayoría PRI-PAN, pero los panistas abandonaron el salón, divididos, ya que una parte, encabezada por Javier Corral, no estaba de acuerdo en aprobar los candados a la consulta. Se dio entonces un receso que se prolongó por varias seis horas.
En ese lapso, los panistas seguían discutiendo en privado; quedaron 14 a favor de votar la minuta y 14 en contra, y entonces el PRI les dio a conocer los cambios al dictamen que acordaron con el consejero jurídico de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos, quien estuvo de planta en el Senado, como denunciaron después los coordinadores de PRD y PT, Miguel Barbosa y Manuel Bartlett, respectivamente. El panista Javier Corral comentó que la ley federal de consulta ‘‘no es la óptima ni la ideal’’, pero elimina la restricción de que las reformas constitucionales sean sujetas a consulta popular.
Se refirió a las modificaciones a los artículos quinto y sexto de esa minuta. Del primero se suprimió que serán objeto de consulta popular sólo ‘‘los actos de carácter legislativo del Congreso de la Unión, así como los actos administrativos del Ejecutivo que sean de trascendencia’’. La nueva redacción de ese artículo señala que ‘‘serán objeto de consulta los temas de trascendencia nacional’’.
El panista Héctor Larios se congratuló en tribuna por los cambios, pero cuando el perredista Barbosa le preguntó si tales modificaciones permiten que se lleven a consulta reformas constitucionales como la energética, respondió que eso le corresponde decidir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A la medianoche de ayer faltaba aún la discusión en lo particular de la minuta.
Con modificaciones de última hora, el Senado aprobó la Ley Federal de Consulta Popular. Los cambios eliminan la prohibición expresa de someter a referendo reformas constitucionales como la energética. De esa forma, se deja a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la facultad de definir en qué casos se pueden llevar a consulta modificaciones a la Carta Magna.
Cerca de la medianoche, la minuta fue aprobada en lo general con 103 votos en favor, 10 en contra y una abstención, luego de una larga y accidentada sesión –que continuaba al cierre de esta edición– en la que el PAN abandonó el salón de plenos por la mañana y presionó para lograr los cambios que dejaron fuera o matizaron las principales restricciones y candados a la consulta ciudadana.
El PRD votó dividido. ‘‘Se trata de una farsa y una simulación’’, advirtió desde tribuna Dolores Padierna. Dijo que el Senado incurrirá en una omisión legislativa, ya que en vez de crear una ley reglamentaria del artículo 35 constitucional en materia de consulta y fijar las bases para la realización de ese mecanismo de participación ciudadana, pasa toda la responsabilidad a la Suprema Corte.
Los cambios de última hora al dictamen fracturaron a los perredistas y una parte votó en favor. Sin embargo, Alejandro Encinas, Manuel Camacho, Mario Delgado, Raúl Morón y Padierna, entre otros, mantuvieron su postura en contra e insistieron en que la ley que se aprobaría ‘‘es el colofón de la reforma energética’’ que abrió paso a la inversión extranjera en la explotación del petróleo y la generación de electricidad.
La sesión de ayer comenzó con un retraso de dos horas. La fracción del PRD, en voz de Manuel Camacho, propuso una moción suspensiva ya que, dijo, la ley que se pretendía aprobar hará imposible consultar la reforma energética y otras que impliquen cambios a la Carta Magna.
Al votar en contra de la moción, el senador del PRI Omar Fayad señaló que México es una democracia representativa, pero no se puede renunciar a ello, ya que consultar al pueblo en materia energética ‘‘llevaría a la anarquía’’. De inmediato, el perredista Alejandro Encinas le recordó lo que dice el artículo 39 de la Constitución, de que ‘‘la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo y el pueblo tiene, en todo tiempo, el derecho inalienable de alterar o modificar la forma de gobierno’’.
La moción suspensiva fue votada en contra por la mayoría PRI-PAN, pero los panistas abandonaron el salón, divididos, ya que una parte, encabezada por Javier Corral, no estaba de acuerdo en aprobar los candados a la consulta. Se dio entonces un receso que se prolongó por varias seis horas.
En ese lapso, los panistas seguían discutiendo en privado; quedaron 14 a favor de votar la minuta y 14 en contra, y entonces el PRI les dio a conocer los cambios al dictamen que acordaron con el consejero jurídico de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos, quien estuvo de planta en el Senado, como denunciaron después los coordinadores de PRD y PT, Miguel Barbosa y Manuel Bartlett, respectivamente. El panista Javier Corral comentó que la ley federal de consulta ‘‘no es la óptima ni la ideal’’, pero elimina la restricción de que las reformas constitucionales sean sujetas a consulta popular.
Se refirió a las modificaciones a los artículos quinto y sexto de esa minuta. Del primero se suprimió que serán objeto de consulta popular sólo ‘‘los actos de carácter legislativo del Congreso de la Unión, así como los actos administrativos del Ejecutivo que sean de trascendencia’’. La nueva redacción de ese artículo señala que ‘‘serán objeto de consulta los temas de trascendencia nacional’’.
El panista Héctor Larios se congratuló en tribuna por los cambios, pero cuando el perredista Barbosa le preguntó si tales modificaciones permiten que se lleven a consulta reformas constitucionales como la energética, respondió que eso le corresponde decidir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A la medianoche de ayer faltaba aún la discusión en lo particular de la minuta.
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