En las tres primeras semanas de agosto, diversos políticos, especialmente del PRD, han empezado a hablar de la conveniencia de construir un nuevo partido que agrupe a toda la izquierda. Todo parece apuntar que lo dicho por Zambrano es una vacilada. Veamos por qué
1º. Jesús Zambrano, Presidente del PRD, ha sido quien con mayor vehemencia ha planteado que en las circunstancias actuales, llevar adelante las demandas sociales y las exigencias por democratizar el país, sólo será posible si las distintas expresiones que convergieron en el MP, se agrupan orgánicamente en un solo partido. Sólo que da la casualidad que ninguno de los tres partidos que apoyaron la campaña de AMLO a la Presidencia de la República, se ha fijado jamás el objetivo de transformar el país, cuando mucho, han trabajado por una manita de gato para cambiar fachadas y seguir viviendo del presupuesto. Más bien fue un distractor para ocultar lo que realmente interesa a los chuchos: restarle fuerza a la demanda de la invalidez presidencial, pavimentar el camino para reconocer a Peña Nieto, achicar la figura política de Andrés Manuel y aceitarle las corvas al gruperìo que ya está en sus marcas para arrancar la candidatura de Marcelo Ebrard
2º.- Jesús Zambrano no meditó lo que dijo. Hacer una proposición para constituir un nuevo partido con los integrantes del Movimiento progresista, sin tomar en cuenta a MORENA y al amplio espectro de fuerzas que se movieron alrededor de la candidatura de AMLO, es quedarse en los muros del sectarismo y hacer de la miopía el modus operandi de la izquierda tradicional. Lo más grave, sin embargo, está en el hecho de que el PRD no está proponiendo un nuevo partido para cambiar el país. Plantea un cambio con las mismas personas y con las mismas prácticas. Quiere operar con lo que Roberto Mangabeira llama “una política fría, desmovilizada, sin proyecto transformador; en vez de asegurar un nivel elevado, organizado y permanente de compromiso popular” Lo que hoy urge, no es otro partido, sino recoger las ideas de los demás liderazgos, recorrer lealmente el difícil camino de la unidad de acción e ir despacio en lo otro, sin trampas, sin oportunismos y sin ases bajo la manga
3º.- Los chuchos saben que les ha ido bien en votos porque Andrés Manuel es el que se los ha dado. Sin él, difícilmente los líderes del PRD andarían tan orondos presumiendo ser la 2ª fuerza electoral. Dieciséis millones de sufragios significan, además, un titipuchal de dinero que habrán de seguirse repartiendo los cábulas que se han dedicado a medrar al amparo de la política. Pero…, una pregunta a Zambrano. ¿Ha platicado este asunto con los dirigentes del MP, con AMLO? ¿Han hablado de este proyecto que eventualmente pudiera superar las miserias y las deformaciones de los partidos que actualmente padecemos? Sería impensable que un asunto de tanta trascendencia, hubiera sido, como parece, sólo una jalada de los chuchos para luego imponérsela a todos los demás actores políticos. Se equivoca Zambrano si cree que una decisión como esta se puede dar sin el acuerdo de la gente que participó abiertamente en el proceso electoral reciente y sin la anuencia del principal líder de la izquierda que tiene el país. Zambrano debe entender que no está tratando con sus tribus. El movimiento opositor del 2012, no comparte ni las prácticas ni los cacicazgos que existen en el PRD y en otros partidos
4º.- Jesús Zambrano, Marcelo y otros, se están comportando, francamente, como unos oportunistas descarados. No es entendible que justo cuando se necesita toda la fuerza para apoyar la invalidez de la presidencia, cuando está desbocada la derecha contra AMLO y Monrreal; Marcelo, los chuchos y demás chachareros de la política, convoquen una cumbre para decir que apoyarán el dictamen del TEPJF, y de paso, se dediquen a quemarle incienso a la candidatura de Marcelo Ebrard Casaubòn. Hay que tener pudor y sentido de los tiempos. Ser autocríticos podría facilitar la no repetición de las viejas prácticas de ir en pos de los puestos y el dinero, cuando en estos momentos la lucha es en contra de los titiriteros y a favor de la democracia
5º.- La complejidad que hoy vive la izquierda no puede ni debe resolverse con ocurrencias y con planteamientos unilaterales. Quien aspire a formar un nuevo partido deberá poseer una moralidad pública y una formación y autoridad políticas que por sí mismas acrediten tener la capacidad para emprender una obra de esa envergadura. Lo que a mi juicio está maduro, es la constitución de un Frente Amplio Opositor de Izquierda, que tenga la capacidad de agrupar a todos los que estamos en contra del neoliberalismo, la corrupción, la impunidad y las instituciones que han degradado las políticas públicas. Hablar hoy de un nuevo Partido, encabezado por el PRD, es orinarse fuera de la bacinica. ¡O será que quieren meter en ella a oportunistas, arribistas, corruptos y trepadores para que no cambie nada? ¡Esto, Zambrano, no es lo que queremos y necesitamos dieciséis millones de mexicanos!
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