Y Cuauhtémoc Cárdenas mandó a la mierda a Los Chuchos del PRD
Son de izquierda los cuatro políticos mexicanos más populares después del presidente Enrique Peña Nieto y los expresidentes de la República vivos.
Solo uno de ellos, Marcelo Ebrard, sigue en el PRD, pero los dirigentes de este partido, los tristemente célebres Chuchos, lo han marginado.
El más popular de todos, Andrés Manuel López Obrador, hace tiempo mandó a la mierda al PRD y a Los Chuchos.
El segundo más popular entre los izquierdistas, Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del Distrito Federal, no se ha decidido a solicitar su registro en las filas del perredismo. Como están las cosas, sería un suicidio político para Mancera irse al PRD.
Y hace rato, este martes, el fundador, el líder moral, el hombre de mayor credibilidad en el PRD ha renunciado a ese partido.
Cuauhtémoc se cansó de la inmoralidad, las ambiciones, el gandallismo y la corrupción de Los Chuchos y decidió mandarlos a la mierda.
Y ahí, en la mierda, vivirán ahora Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete, Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Belaunzarán, etcétera.
No sé si la salida de Cuauhtémoc del PRD beneficie a Morena, al PRI o al PAN. Es lo de menos. El gesto del ingeniero Cárdenas, absolutamente digno, reafirma el lugar de privilegio que ya ocupaba en la historia de la construcción de la democracia mexicana.
La figura de Cuauhtémoc Cárdenas seguirá creciendo, mientras que Los Chuchos, con Abarca y Ángel Aguirre y todos los delincuentes a los que dieron poder, siguen hundidos en el basurero de la historia.
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