A pesar de que los dirigentes de los partidos de izquierda ya informaron que desconocen los resultados finales del cómputo distrital que presentó el IFE, y que acusaron a esta institución electoral de haber fallado por su omisión ante las claras violaciones a la ley cometidas por el PRI, en especial por haber rebasado con mucho el tope de campaña que estuvo a la vista de TODOS menos de los encargados de vigilar la elección de principio a fin, millones de mexicanos esperan la postura de Andrés Manuel López Obrador.
Los comentaristas también se cuentan entre esos millones de mexicanos, y esperan con ansias la declaración de López Obrador para empezar a descalificarlo.
A estas alturas del partido, después de ser "derrotado", López Obrador sigue marcando la agenda nacional. Tanto los que se manifiestan en las plazas públicas contra una posible imposición hasta los que dan por hecho el triunfo del PRI, están a la espera de la línea que dará hoy mismo el líder moral de la izquierda.
¿Por qué conserva Andrés Manuel ese liderazgo?
Simple y sencillamente porque ha probado que él sí está a la altura de los mexicanos, y que a pesar de la guerra sucia emprendida desde hace más de 6 años en su contra, por la derecha y los medios de comunicación, siempre ha demostrado ser un estadista.
En este momento que redacto estas líneas, México entero está a la espera de la postura de López Obrador porque su definición marcará el camino a seguir para lograr el objetivo del gran Movimiento Nacional que encabeza: transformar la vida pública del país.
Por cierto, el virtual ganador de la contienda "democrática", también espera las palabras del hombre que logró la hazaña de mantener viva la esperanza de un mejor futuro para TODOS.
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