El viernes pasado, en una entrevista telefónica en Milenio TV luego de la presentación del Plan Nacional de Defensa de la Democracia de AMLO, el senador priista Jesús Murillo Karam dijo la burrada de que el PRI compró 66 millones de pesos en tarjetas de Monex para pagarle a 300 mil representantes de campaña en todo el país. Es decir, según sus números le pagaron 220 pesos en promedio a cada representante de casilla.
Pues bieno, no sólo hay un video que desmiente el alegato e indica que en realidad se le pagó 2 mil 500 pesos a un promedio de 4 representantes de casilla del PRI en el Estado de México, sino que además hay testimonios ante notario de que en otros casos el pago fue mucho mayor, demostrando que lo que dijo Murillo Karam es una mentira.
Sí; el 14 de julio pasado el diario Reforma publicó los testimonios de dos representantes de casilla del PRI a quienes les dieron una tarjeta de Monex a manera de pago.
Los testimonios, publicó Reforma, fueron declarados en la notaría 55 de Irapuato, Guanajuato, a cargo de María del Refugio Camarena Aguilera, y entregados por el PAN ante el IFE como ampliación de su queja contra el PRI. Además fueron ratificados el 13 de julio ante la FEPADE.
Uno de los representanes del PRI, de nombre México Martínez Lerma, declaró que Alfredo Calzadillas Márquez lo contrató para ser encargado de la representación electoral del PRI en Valle de Santiago, Guanajuato por 18 mil pesos, pero hasta el 26 de junio no recibió ningún pago.
El otro representante del PRI, de nombre Eduardo Uribe Aguilar, se le entregó un documento firmado por Enrique Peña Nieto y una tarjeta con 7 mil 500 pesos, con la promesa de que le depositarían 10 mil pesos más una vez que el PRI ganara la elección.
Les pagarían además un bono de 17 mil 500 pesos en tres pagos y una compensación de mil 500 pesos el 2 de julio.
Pero resulta que ese financiamiento parelelo no fue reportado por el PRI al IFE. Mismo financiamiento paralelo que el PRI dice que no existe ¡porque no se le reportó al IFE!
Pues de mensos se lo reportaban si era evidencia de dinero ilegal y rebase de topes de campaña.
El detalle es que se trata de nueve mil 924 tarjetas de Monex del PRI detectadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. 3 mil más que las que dijo el PRI que había comprado.
Desde el 11 de junio pasado el PAN solicitó que el IFE investigara la acusación. Pero hasta el momento, en el IFE no han investigado nada. Hasta le fueron a decir al TEPJF que no había evidencias de compra de votos los muy cínicos.
Ahora el IFE dice que la investigaciónn sigue abierta, pero ya pasó más de un mes y lo que está en juego es futuro de México.
Pero decía al principio que a Jesús Murillo Karam se le cayó otra mentira. Ni eran 6 mil tarjeta de Monex, ni les pagaron 220 pesos a cada representante de campaña.
Lo risible es que el PRI insista en negarlo todo cuando las evidencias son incontrovertibles. El PRI tuvo financiamento paralelo que le debería costar el registro al partido y la presidencia.
Claro, si de verdad hubiera justicia en México. Exijamos esa justicia entonces. Hoy, por ejemplo, protestando en la Megamarcha.
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