Ayer el diario Reforma dio a conocer que el gobierno priista de Aguascalientes dio por adjudicación directa un contrato por 27.1 millones de pesos para abastecer de leche al DIF local a la empresa Pasteurizadora Aguascalientes, propiedad de Miguel Ángel Flores.
El susodicho fue operador de campaña, como enlance empresarial, de Enrique Peña Nieto en las pasadas elecciones.
¿Qué dijo el PRI al respecto? Nada. ¿Qué dijo El Universal al respecto? Nada.
Lo cual resulta raro dado el hecho de que tanto el PRI como El Universal insistieron hasta la náusea con que el GDF le dio dinero a la campaña de AMLO por medio de contratos para empresas de gente que conoce a AMLO, pero sin que hubiera evidencia de que ese dinero llegó a su campaña.
Inclusive cuando se demostraba que era una patraña lo que publicaba El Universal(Marcelo Ebrard, por ejemplo, dio a conocer que los contratos se auditaron y no hubo nada irregular), el diario del compadre de Humberto Moreira de todos modos insistía en publicar la nota como si se tratara de algún acto indebido, lo cual no era el caso.
Y en el PRI, que es precisamente donde inventaron la patraña de los contratos que supuestamente favorecieron a AMLO, la repitieron hasta el cansancion para hacer guerra sucia.
Pero ahora, silencio. Un muy hipócrita silencio tanto del PRI como del Universal.
¿No le van a exigir al IFE que investigue? ¿No van a hacer sendas declaraciones públicas al respecto?
¿O es más rentable solapar actos cuestionables?
Ahí tienen para que vean lo que es la verdadera doble moral, y lo que se puede esperar de los medios los siguientes 6 años.
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