Las campanas tocaron en la catedral como anuncio de la buena nueva: MORENA. Sólo el pueblo salvará al pueblo.
Jóvenes de MORENA se expresan en el pódium donde AMLO convocó a los mexicanos para asegurarles que no se rendirá. Reiteran que recurriremos a la desobediencia civil pacífica “con el corazón caliente y la cabeza fría”.
El régimen intentará reprimir y satanizar al gran y único movimiento opositor. Abrió el fuego uno de sus súbditos, Jesús Ortega (quien es lo mismo que Elba Esther Lozano Alarcón o Manlio Fabio como bien se sabe) y quien simplemente se desprestigia a sí mismo. Los medios intentarán también, es la orden, atentar (mintiendo a su audiencia) contra la imagen de la justa exigencia de la equidad y la constitucionalidad.
“No se permitirá el golpe legislativo contra los trabajadores de México”, advirtió la joven voz de MORENA. Se pedirá una campaña nacional en contra de los noticieros de televisa y los medios afines al régimen. La antidemocracia que impera en el país será conocida en el mundo entero así como la resistencia civil pacífica que se le opone porque el día que tome posesión Peña Nieto habrá movilizaciones en todas las plazas de la nación.
Qué descanso sentiría el líder tabasqueño al decidir actuar así. Realmente se quita un incómodo bagaje de encima. Aunque su diplomacia no le permita externarlo se sabe traicionado por los débiles, por los que confundieron sus principios cediendo el espacio interno a los egos.
Será MORENA quien agrupará a los hombres y mujeres libres que rechazan la imposición oligárquica.
Si se unirán eventualmente en la misma línea de MORENA los partidos de izquierda o desaparecerán, ya se verá, pero la probabilidad está del lado de lo segundo ya que fue la autoridad moral de AMLO quien los sostuvo, quien los detonó, quien les dio presencia digna.
La partidocracia de izquierda no ha estado a la altura de la misión para liberar México.
Por ello no estuvo presente en la plaza, en el corazón de nuestro vasto y plural territorio. Pero la egolatría es canija y siempre emergen individuos que se sienten con la capacidad de conseguir “la grande” al oscuro cobijo del mismo podrido sistema.
Permanecer en protesta y en pie de lucha la consigna. El impulso y perseverancia del único líder social en quien confían las mayorías de este país (aunque esta verdad incomode) continuará oponiéndose a la antidemocracia, a la dictadura de los “30” hasta doblegarla, siendo este, el real peligro que azota a la nación.
Un honor, estar con Obrador.
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