martes, 1 de julio de 2014

Arnaldo Córdova, político e intelectual sin tacha

@jlca007mar 1 jul 2014 06:59
  
 
Sus obras son fundamentales en la construcción del pensamiento nacionalista de nuestro país.
Conocí al maestro Arnaldo Córdova en la oficina del Lic. Enrique Velasco Ibarra cuando éste era secretario de la rectoría en la UNAM.
Estaba en la antesala del funcionario, que era su amigo, esperando turno democráticamente con una gran tranquilidad que reflejaba un rostro como el suyo, sereno y seguro.
Tuve la oportunidad de comentarle que hacía unas semanas había terminado de leer su obra La Formación del Poder Político en México. Eran los finales de  los años sesenta. Los jóvenes de entonces teníamos cierta simpatía entre los intelectuales por ser integrantes de una generación sacrificada en muchos sentidos, hasta el grado de la masacre ignominiosa de Tlatelolco el 2 de Octubre del 68, y los sombríos intentos de cooptación que hizo el régimen, entonces encabezado porLuis Echeverría en el inicio de los setentas, tratando de mediatizar la capacidad de denuncia y la fuerza de la protesta social de aquella generación.
Le pregunté al admirado historiador por el destino de mi generación en tanto que representábamos una opción de cambio. Una pretensión de entonces que ahora reconozco como una equivocación histórica y una ingenuidad de un seudo disidente como creí en esos tiempos que era yo.
 Me atreví a pedirle a uno de los hombres más lúcidos del mundo, con una supina ingenuidad, repito, y una más tonta soberbia de mi parte, su opinión acerca de si el poder juvenil de esos años podría derrocar a un régimen decadente como el que tenía, y sigue teniendo, México.
Generoso como todos los sabios que soportan a los necios con resignación y una comprensión acorde a su jerarquía intelectual, me dijo que sería difícil explicarme las razones del porqué, a pesar de la gran trascendencia de los movimientos juveniles de aquellos años, estábamos muy lejos de ser un poder. Me regaló un pensamiento de Spengler que llevo grabado en mi conciencia desde entonces. "Un poder solo puede ser derrocado por otro poder, nunca por un principio".
Sus obras son fundamentales en la construcción del pensamiento nacionalista de nuestro país.
Hombre congruente que llevaba a la práctica militante sus ideas, fue colegial de oposición y un maestro comprometido con sus principios e ideales. Fue diputado crítico. Periodista objetivo y nacionalista. Amigo de personajes como Pablo González Casanova y Daniel Cosío Villegas; políticamente fue aliado comprometido en la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas. En los tiempos recientes fue un solidario compañero de lucha de Andrés Manuel López Obrador.
Ha muerto un mexicano singular.
Pero como todos los pensadores de su estatura, su obra permanece y evoluciona en la lectura y las interpretaciones que tendrá de manera constante por las generaciones venideras, porque su condición de referente clásico así lo determina y obliga.
Descanse en paz Arnaldo Córdova, un mexicano de excepción.

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