Por Paquita
28 de Enero, 2009 - 06:00
Y ahora resulta que Navarrete se quiere reivindicar para con el movimiento e incluso acercarse nuevamente a Andrés Manuel López Obrador para elaborar una estrategia conjunta para la defensa de la economía popular, pero de cara a las elecciones de 2009. La novia despechada está de regreso dando patadas de ahogado para no perder los cotos de poder conquistados por el chuchismo a costillas de AMLO, solo que ahora la historia es ligeramente diferente. La ciudadanía no es incondicional y no anda tras partido alguno, no somos reses para repartir cuotas entre fracciones políticas.
Mendaces y absurdas han sido las declaraciones institucionales del PRD que nos utiliza de chivo expiatorio ante los embates de los medios electrónicos. Al aire, nos crucifica y en privado consensan. Al aire somos un virus infectando al partido, pero en privado nos necesitan porque el apoyo popular no es algo prescindible para un partido como el PRD, sin embargo están chupando lo último que queda de vida en el sistema de partidos.
Durante la fase de defensa del petróleo, este personaje, Navarrete, llamó a los militantes perredistas a movilizarse para desmovlilizarnos a nosotros cuando decidimos no aceptar la reforma energética como quedó, donde las trasnacionales petroleras están dispuestas a servirse con la cuchara grande ante las oportunidades que quedaron abiertas. Ahora ¿hasta dónde va a llegar con la defensa de la economía popular, según él? ¿Hasta dónde va a respetar al movimiento? ¿Será que ahora que están las elecciones a la vuelta de la esquina irá más lejos con nosotros? Y de cualquier modo, ¿de qué nos sirve un apoyo condicionado?
Pues no salgamos al rato con que a Chuchita la bolsearon porque ya conoceos la cara de estos trapos viejos de la política priísta clásica. Este movimiento está muy por encima de los intereses electoreros, y no requiere de aliados a conveniencia. Por lo menos Chucho Ortega sigue con su perorata al puro estilo Germán mentiras tirando veneno contra sus opositores. Está muy clara su posición y no debemos esperar algo diferente de él en ningún momento.
El zócalo se llenó a reventar el domingo, y no necesitaos negociar nada con aquellos que se disculpan por nosotros, estaos en una posición de ventaja porque la crisis nos está trayendo muchos aliados que comparten muchas de nuestras causas y también esperan un cabio. Todos necesitamos una válvula de escape para expresar nuestra inconformidad, pero ningún partido ha sido capaz de llevar las causas a la práctica. No es tiempo de expectación, sino de acción para que la ciudadanía ofrezca opciones.
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