sábado, 30 de julio de 2011

TRASCENDIO

Que la que está absolutamente descartada es la salida de Guillermo Valdés del Cisen.

Alguien desde buena posición difundió de manera convincente la especie. Pero Valdés está firme al frente de la Seguridad Nacional del país.

Y muy bien evaluado por el presidente de la República y el secretario de Gobernación.

Que algo más que preocupado está el presidente municipal de Juárez, Héctor Murguía. De ahí, probablemente, su escalada de declaraciones de los últimos días y su volada de que la Policía Federal se iría pronto de esa ciudad.

Su administración reprueba en las evaluaciones policiacas y, además, la investigación que vincularía a Murguía con el negocio de compraventa de autos ilegales está terminada. Y no sale bien librado.

Que después de las frases bonitas y los besos del jueves en el Castillo de Chapultepec, las aguas vuelven a su cauce.

Un botón de muestra: el senador del Partido Verde Arturo Escobar, quien pidió perdón a Javier Sicilia y fue muy obsequioso con el movimiento por la paz y la justicia, enfatizó ayer que en modo alguno retirarán su iniciativa de castigar con la pena de muerte a secuestradores, como se les solicitara el jueves.

Eso sería darle una gran ventaja a las bandas criminales, dijo Escobar, quien agregó que la voz de Sicilia y su movimiento no es la de toda la sociedad. ¿Queda claro?

Que Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se pasó de políticamente correcto durante la presentación de los resultados de pobreza… A cada oportunidad defendió al gobierno federal diciendo que éste sí cumplió con la cobertura de servicios y que el aumento de pobres fue por la caída del gasto…

Que la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados ya le dio el visto bueno al proyecto de presupuesto del IFE para 2012; pasará sin quitarle ningún cero... ¿Y cómo no va ser así, si contempla un gasto de 5 mil 292 millones de pesos para los partidos políticos?… Los legisladores justifican la cantidad porque “no vaya a ser que se infiltre el narco”… ¿Será?

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