Millones de mexicanos seguimos librando una enorme batalla contra el fraude electoral. Los ciudadanos fuimos testigos de que sólo la compra del voto, los recursos materiales puestos en juego y la coacción por los grupos de interés, abrieron la posibilidad de que Peña Nieto pueda ser impuesto como Presidente de la República. Los millones de personas que votamos por AMLO no nos sentimos derrotados. Nuestra fuerza y nuestra autoridad moral va y viene por las calles y por las plazas públicas de México y del mundo, más fraterna, más digna y más orgullosa que nunca. Dieciséis millones de votos a favor de AMLO, ganados limpiamente, con trabajo y con honor, hoy se han adherido en un cuerpo multiforme donde el punto de conexión es rescatar el país de manos de los defraudadores electorales. Nos han unido los agravios que los priistas le quieren infringir a la nación
Estos millones de personas les decimos a los señores del atraso, que nuestra moral está en las alturas Es una experiencia mística que imprime sentido a nuestra vida y que a veces “hay que abandonar los sueños del sosiego y aprender a vivir en el lomo de la catástrofe. El hombre está necesitado de causas que lo levanten del suelo, que lo saturen de emoción y que otorguen gravedad a su existencia” Ustedes priistas y sus pastores, llenos de poder pero empobrecidos ética y moralmente, nunca sabrán lo que esto significa. Jamás entenderán lo que es andar por las calles y las plazas públicas debatiendo con la gente, porque sus pasos y sus acciones sólo los hace visibles cuando van rodeados de soldados y guaruras. La gente nuestra, la que defiende a su país independientemente de su signo partidista, ha logrado una moral pública que camina orgullosa por calles y plazas y por más allá de la frontera. Su desprestigio, en cambio, va a cien kilómetros por hora, desbocado, rumbo al lodazal de la historia
La lucha de los ciudadanos para cambiar el país es tan amplia y tan profunda, que impondrá su agenda y su política cualesquiera que sea el resultado que dé a conocer la banda de los PRIFES. El dinero y la conjunción de los grandes intereses de la oligarquía puede ser la única posibilidad de que el PRI lleve a la presidencia a su ignorante candidato. Pues a pesar de las evidencias en contrario, los priistas siguen montando la más perversa campaña contra AMLO en el intento criminal de tratar de imponerle al pueblo un pelele como presidente
Pero a la vuelta de tres semanas, la conciencia y las convicciones de la gente están en donde deben. Sabe que este país merece otro destino y está reemprendiendo la lucha para echar atrás la imposición de Peña Nieto y lograr la grandeza económica, moral y espiritual de un México nuevo. Quien haya pensado que iba a ser fácil burlar el voto ciudadano se ha vuelto a equivocar. Andrés Manuel tiene ahora más autoridad política y moral que antes del 1º de julio y las acciones del pueblo se siguen conservando multitudinarias. AMLO es ahora el líder de todos los agraviados del Movimiento Progresista, de miles y miles de otros partidos que han sido engañados y de millones de jóvenes que están luchando con fuerza y sabiduría para honra y prestigio de México
Este pueblo, largamente burlado y expoliado por las élites depredadoras, ya no está dispuesto a dejarse pisotear en sus derechos políticos. En el país y en el extranjero está dándose cuenta de que los mexicanos han pasado de las palabras a los hechos en la defensa de la constitucionalidad. Millones de personas vamos a continuar exigiendo la invalidez de la elección presidencial y vamos por la reposición de un proceso en el que ya no participen los carroñeros del sistema. Ya es tiempo de que este pueblo tenga paz y justicia. Lo que pasa hoy en México, indica que esa certeza la tenemos a la vista. ¡Las plazas públicas son muestra fehaciente de que estamos caminando!
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