Hoy se pueden complicar las cosas en la ciudad de México. El “frente interbrigadista” (?) de #YoSoy132, intentará, a las 9:00 horas, iniciar la operación “OcupaSuburbano”, para que intervenir la red de trenes subterráneos del Sistema de Transporte Colectivo Metro como una muestra más de repudio a la imposición de Enrique Peña Nieto.
La iniciativa ha desatado ya una tenue polémica en Twitter, entre quienes simpatizan con la idea alegando que “ya basta de performances [pues], debemos endurecer nuestras acciones”, y quienes, por lo contrario, argumentan que esto sólo molestará al pueblo del Distrito Federal –que votó masivamente por Andrés Manuel López Obrador--, le echará encima a los granaderos de Marcelo Ebrard y logrará que Peña Nieto se ría tanto que incluso llegue a despeinarse un poco y requerir un frasco más de gel.
Una cosa es cierta. La violencia simbólica, expresada en las megamarchas, las redes sociales, las tomas de palacios municipales y otros espacios donde fue leído el “contrainforme” de #YoSoy132, puede en cualquier momento convertirse en violencia física y la liebre saltar por donde menos sea esperada.
Ante la palmaria incapacidad que ha demostrado para resolver el estallido de una huelga estudiantil en su contra, la señora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, (Elba) Esther Orozco, implora al gobierno de Ebrard que recupere, por medio de la fuerza pública, los planteles de San Lorenzo Tezonco, Del Valle y Centro Histórico que ya están bajo control de sus opositores.
Para agilizar la intervención de los gorilas provistos de toletes y gases lacrimógenos, la rectora mantiene el plantel de Cuautepec con ayuda de porros y con pequeños núcleos de incondicionales afines a los chuchos del PRD, el de Casa Libertad, en La Merced. Al mismo tiempo, y sin duda con el auxilio de los pandilleros del SNTE, que le suministra su tocaya Elba Esther Gordillo, monta provocaciones ridículas, como la quema de llantas a media noche, fuera del plantel Del Valle, para echar más gasolina al fuego.
Orozco está perdida. Si quiere que se reanuden las actividades en la casa de estudios a su indigno cargo, debe permitir que se instale el nuevo Consejo Universitario con los 33 consejeros que le son adversos y resignarse a navegar contra la corriente cobijada por los 22 que –con su propio voto incluido-- la apoyan.
Pero si no acepta su desventaja numérica y se empecina en imponer el Consejo que remodeló a su conveniencia para fabricarse una falsa mayoría de la mitad más uno que otro, sólo profundizará el conflicto y no tendrá más remedio que firmar su ansiada renuncia.
El recrudecimiento de la indignación que prevalece entre millones de personas gracias al servilismo de los magistranzas del Tribunal Electoral y la abyección de los consejeros del IFE, sigue a la alza. Lo prueban dos hechos: la misa que ofició el domingo el obispo de Saltillo, don Raúl Vera, ante una manta que decía “la democracia ha muerto”, y la portada del Proceso de esta semana, en la que un ciego, que personifica a Alejandro Uña Ramos, se pone y quita toda clase de anteojos en el consultorio de un oftalmólogo, sin lograr leer la palabra FRAUDE en gigantescos tamaños.
¿A esto se debe la doble jugada que hizo anteayer Peña Nieto? Por una parte, acudió al Noticiero de Joaquín López Dóriga para echar a las aguas del pantano de la política, un anzuelo con una serpiente a guisa de carnada para López Obrador y un guiño --“si reconoce mi triunfo estoy dispuesto a dialogar con él”-- y por la otra designó a la propia serpiente, esto es, a Rosario Robles Berlanga de Ahumada Cevallos Fernández y Salinas Gortari como responsable del área de “política social”.
Peña Nieto supone que gracias a los contactos que conserva entre los jefes de las facciones derechistas del PRD, la señora que Ahumada filmó secretamente en sus aposentos de San Angelín, en las poses más atrevidas, ahora podría “seducir” a chuchos, amalios y gracos, para aislar a AMLO, a Morena y a #YoSoy132. ¡Qué idea más tonta!
Los chuchos permanecen pegados a López Obrador, como lapas al casco de un gran navío, porque si se apartan de él quienes quedarán aislados serán ellos.
Además, nadie en el equipo del copetón mexiquense parece entender que AMLO y #YoSoy132 van cada cual por su propia cuenta y a su propio ritmo, pero en busca de los mismos objetivos: la democratización de la vida política nacional y la renuncia de Peña Nieto, antes que sea demasiado tarde y el país sucumba en medio de una catástrofe mucho peor de la que nos trajo consigo Calderón, el sanguinario.
Convencido de que la violencia simbólica aún es viable, porque molestar con la toma del Metro a millones de usuarios no le ganará simpatías a quienes lo hagan, y reiterando que otras medidas, como la toma pacífica de los puentes del Anillo Periférico desde Cuatro Caminos hasta el Trife es lo correcto en estos momentos, hoy también estaré en Twitter, en la cuenta @Desfiladero132, tratando de averiguar qué propondrá AMLO en el Zócalo el domingo y ansioso de escuchar ya, de una vez, la feliz noticia de que Esther Orozco se irá a trabajar, al fin, como jefa de personal, a Cotsco.
Jaime Avilés
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