La histeria y las jaladas de la #LadySenadora
Mientras que la neurosis acomete por parejo la estabilidad emocional de hombres y mujeres (se dice que es la enfermedad social por “excelencia”), la histeria es, fuera de misoginias, básicamente un fenómeno femenino. Una de las mayores mofas de la comunidad de científicos de su tiempo en contra de Sigmund Freud fue precisamente que éste propusiera el oxímoron “histeria masculina” como parte de sus hallazgos.
Un nuevo escándalo, que no por frívolo deja de ser sintomático de la realidad del país, alimenta a los medios mexicanos: #LadySenadora. Videos publicados por SDPNoticias.com exhiben a la senadora perredista Luz María Beristain, ex reina de belleza yucateca, comportándose de manera poco civil y responsable ante situaciones de interacción con el público. Pasa de aparentemente ejercer la defensa de sus derechos a la agresión y el insulto. Al observarlos, se nota que le va bien la definición de histeria número dos del diccionario de la lengua española:
“Estado pasajero de excitación nerviosa producido a consecuencia de una situación anómala.”
Aunque no le va mal la tercera, que aunque se refiere a la colectividad, se le aplica fácilmente:
“Comportamiento irracional de un grupo o multitud producto de una excitación.”.
Y si continúa en la constante que parecería definir su personalidad, tomaría ya una condición médica:
“Enfermedad nerviosa, crónica, más frecuente en la mujer que en el hombre, caracterizada por gran variedad de síntomas, principalmente funcionales, y a veces por ataques convulsivos.”.
Jaladas de #LadySenadora:
1. Asumirse como defensora del pueblo. ¿Quién la nombró? Ni siquiera ganó la elección sino que es “senadora” plurinominal.
2. Autonombrarse autoridad, cuando su perspectiva como “senadora” debiera ser la del servidor público que vive a expensas del erario.
3. Determinar quién merece y quién no ser mexican@. ¿Lo merece ella siendo un político de “izquierda” y comportándose como el peor prianista posible?
4. Llamar “misógina” a una empleada que cumple con las reglas, buenas o pésimas, de la empresa para la cual trabaja.
5. La mayor estupidez: Advertir a la empleada de estarse poniendo al “tú por tú con la autoridad”. Aparte de que no es autoridad, ¿quién dice que cualquier “autoridad” o político posee una autoridad moral superior sobre el ciudadano común?
Para ser justos y en descargo de Luz María, hay que decir que su historia encaja perfectamente en el medio nacional, donde desde la familia presidencial o gubernamental hasta la más ínfima posición de poder político o económico, se ejerce la prepotencia y la impunidad todos los días. Los ejemplos en ese amplio rango, sobran.
Otro descargo, VivaAerobus y su desempeño está muy cerca de la materia fecal mientras que la procuraduría del consumidor ha estado empeñada en su propio caso, #LadyProfeco.
P.D. Mejor que diga ya la ex reina dónde andaba que llegó tan tarde al aeropuerto, para saber el chisme completo sobre la naturaleza de la “sesión” que argumentó como excusa, esto porque los registros aseguran que carga con muchas ausencias en el senado.
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