martes, 26 de noviembre de 2013

Ciudad Perdida
Y el PRD seguirá en el Pacto
El mundo del revés
Jóvenes y mujeres, sin espacios
Miguel Ángel Velázquez
T
ocaba el turno a Jesús Zambrano. El congreso del partido del sol azteca estaba a punto. Los gritos de los perredistas caían como gotas de limón sobre almeja y los dirigentes se retorcían de allá para acá, de acá para allá, mientras el no al Pacto, no al Pactoresonaba fastidiándoles el que suponían aterciopelado transcurso de esa parte de la reunión.
Pero como desde hace ya algún tiempo la voz del perredismo es apenas la de unos cuantos, la de los jefes de latribu, todo quedó en eso, en desgañitarse para dejar salir el coraje y la frustración. Todo estaba planchado, el PRD seguirá en el Pacto.
La decisión fue que, si acaso el PRIAN trataba de aprobar la reforma energética, entonces sí el PRD rompería con sus aliados. Y uno de esos participantes incómodos del grupo de Marcelo Ebrard se preguntaba: “¿Y luego para qué? Después de que se apruebe la reforma se habrán cumplido todas las metas del Pacto, así que si entramos o salimos, ya no tiene ninguna importancia. De verdad –decía–, estos suponen que somos imbéciles”.
Jesús Zambrano, René Bejarano, Alejandro Sánchez Camacho, Héctor Bautista, Luis Sánchez, Carlos Sotelo, Alfredo Hernández Raigosa, Dione Anguiano, Fernando Belauzarán y Eduardo Venadero, sin faltar, desde luego, Raúl Flores, ahora presidente del PRD-DF. Todos estuvieron en favor de que su partido siguiera siendo el cómplice de Peña Nieto, y sin recato seguían las instrucciones que se daban, dicen algunos, desde Bucareli.
Pero tuvieron que echar mano de todas sus mañas. La cosa no era tan fácil. En la mesa de línea política, donde estaba a discusión buena parte del futuro de ese partido, se hicieron dos propuestas, mismas que durante cerca de tres meses estuvieron en la mesa de negociación de los grupos para que se pudiera llegar la congreso con algunas definiciones claras.
La propuesta inicial era la de loschuchos, junto con ADN, de Héctor Bautista, y Foro Nuevo Sol, de Amalia García. Estaban en favor de continuar en el Pacto, de cualquier manera. En oposición a esa idea, el Movimiento Progresista de Marcelo Ebrard, IDN de Bejarano, Redir y Uneda exigían romper con las complicidades contrarias a los intereses de la mayoría de los mexicanos.
Esa, la segunda propuesta, fue ampliamente aplaudida, según nos cuentan, por la mayor parte de los 300 congresistas que se hallaban en la mesa. Frente a la derrota manifiesta, un miembro de la corriente de René Bejarano –de esos que estaban en contra–, Manuel Oropeza, se sacó el as de la manga y lanzó una nueva propuesta, que por no haber sido inscrita conforme a los tiempos fijados, debió haber sido desechada, pero no.
La verdad manifiesta unos minutos antes se tuerce intempestivamente; la votación da un giro y 180 votan en favor de seguir en el Pacto, 116 (ojo) se abstienen –esconden su voto– y sólo cuatro se declaran en contra. El PRD había sido derrotado. Osorio Chong, dicen muchos, y sus chones, es decir, loschuchos y los bejaranos, triunfaban por sobre su organización.
Para colmo, la propuesta sobre el Pacto ya ni siquiera fue llevada al pleno del congreso, donde el saludo al presidente del PRD, Jesús Zambrano, fue: No al Pacto, no al Pacto. Pero el clamor se perdió entre las alianzas espurias de quienes son contrarios, como Nueva Izquierda e Izquierda Democrática Nacional.
Sobre quién será el nuevo presidente de ese partido, ni hablar. Hay quienes siguen prensando en el ingeniero Cárdenas, otros que no cejan en su intento por llevar a Marcelo Ebrard a esa posición, el mismo que seguramente impugnará todo el congreso con las pruebas de la ilegalidad que campeó en él.
Por cierto, este congreso, el del PRD, es la muestra de eso que llaman el mundo del revés. Los perredistas votando como priístas y el ex priísta pensando y haciendo como la oposición de izquierda. ¡Qué barbaridad!
Y no sólo eso: el PRD, bueno, lastribus de costumbre, trataron de impedir que las mujeres y los jóvenes se dieran los instrumentos internos necesarios para luchar por sus derechos dentro y fuera de la organización, pero fracasaron. Una de cal por... Pero ya hablaremos de eso.
De pasadita
Ahora, con una ley aprobada, los legisladores del DF piensan realizar foros para analizar la problemática de la protesta callejera. Vaya desvergüenza. Qué tal si primero derogan su ley y después le preguntan a la gente qué es lo que piensa de criminalizar ese tipo de manifestación. De verdad, de verdad, andamos patas arriba.

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