:Que no fue “planeado” ni resultado de “ninguna maniobra oportunista” por temor a ser rebasado por ebrardistas y lopezobradoristas, sino que dos fueron los factores que provocaron que el PRD abandonara el Pacto Por México.
Primero, que los negociadores del gobierno federal le dijeron a Jesús Zambrano que con PRI y PAN “iban de frente y no se quitaban” en los cambios constitucionales para la reforma energética y, segundo, la presión de los gobernadores priistas “para reventar” el diseño del nuevo Instituto Nacional de Elecciones.
“Pensaron que nos haríamos a un lado, pero les falló el cálculo”, se ufanan Los Chuchos.
¿Será?
:Que a pesar del anuncio de ruptura, los presidentes de PAN, Gustavo Madero; PRI, César Camacho, y PRD, Jesús Zambrano, se reunieron anoche con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el jefe de la Oficina de Presidencia, Aurelio Nuño, en Polanco.
Al menos mantienen la comunicación.
:Que al interior del consejo rector del Pacto por México ya se preveía que el PRD se encontraba a punto de la ruptura.
Aunque Camacho aseguró que estaba confirmada la reunión prevista para las siete de la noche de ayer, lo cierto es que los perredistas ya habían expresado su inconformidad con la redacción final del dictamen de la reforma política y el curso que llevaba la energética, y advirtieron que no lo aceptarían.
:Que contrario a lo que se esperaba en Los Pinos, Enrique Peña Nietotuvo un buen recibimiento en la zona fronteriza de Chihuahua.
Las expectativas de la Presidencia acerca del recibimiento en Ojinaga no eran muy alentadoras después de la homologación del IVA en los estados del norte.
:Que en medio de la ratificación de embajadores y cónsules, causó gran desconcierto en la cancillería que el coordinador del PAN en el Senado,Jorge Luis Preciado, descalificara a José Antonio Meade como interlocutor.
En la SRE, sin embargo, toman su distancia: “Meade es un diplomático, no le entra a reyertas, y lo que se quiere es construir el diálogo sobre la base del respeto”.
:Que el video de La Tuta contra Luisa María Calderón fortaleció a la senadora dentro y fuera del PAN.
Señalarla solo a ella y a su partido como los únicos que supuestamente habrían buscado el apoyo de la narcodelincuencia, por su inverosimilitud, dejó bajo sospecha a los excluidos priistas y perredistas.
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