Militares violan a joven de 25 años en Chihuahua; “si le dices a tu familia se van a la cárcel o desaparecen”, amenazan
Por: Emma Martínez / 30 septiembre, 2015
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(30 de septiembre, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Yolanda G. tiene 25 años y uno de ir a terapia, comenzó a asistir por la presión de sus padres, luego que en uno de sus constantes viajes en una de las carreteras de Ciudad Juárez sufriera tocamientos por parte de un militar y después una violación sexual perpetrada por otro, comenta a este medio.
Su trabajo como promotora de medicamentos la llevaba a viajar de una ciudad a otra constantemente, pero al adquirir un automóvil comenzó a trasladarse por su cuenta a los puntos más cercanos. Eran las seis de la tarde cuando fue detenida, le pidieron bajar de una manera amable y ella accedió en seguida, revisaron el carro y uno de ellos le dijo que tenía que someterla a una revisión.
Ella pensó que se trataría de un detector de metales, sin embargo uno de los militares la sometió de los hombros, mientras otro dio paso a constantes tocamientos por algunos minutos, Yolanda alzó la voz protestando por el hecho e intentó sacar su celular, pero le advirtieron que de hacerlo podría “no llegar a su destino”.
La joven sintió miedo y se calló. Revisaron sus pertenencias y le tomaron una foto a su credencial de elector, le advirtieron que con esos datos podían conseguir cualquier tipo de información, así que si comentaba cualquier cosa su familia sería víctima de un ataque, “o se van a la cárcel o desaparecen”, sentenciaron.
No volvió a ser la misma, renunció a su trabajo y casi nunca sale sola, siempre está asustada y en ocasiones tiene ataques de pánico, que ha podido ir controlando con las terapias, sin embargo los elementos de las fuerzas armadas le han provocado “un gran odio, asco y miedo, porque son letales, violadores sexuales y bestias que humillan a su pueblo, porque hasta el simple soldado se cree más poderoso que un civil”, afirma.
Nueve años han pasado después de la declaración de “guerra contra el narcotráfico”, en donde el despliegue de los miles de elementos de las fuerzas armadas y policíacas en operativos en varios estados del país, no solamente no han detenido o mermado este tipo de delitos, por el contrario se han incrementado, como ejemplo aproximadamente 35 % de las ejecuciones registradas en México, ocurrieron en Chihuahua.
En aquella entidad se implementó desde 2008 el Operativo Conjunto Chihuahua, en donde han participado más de 8 mil elementos policiales y militares, quienes se trasladaron al estado para realizar tareas de seguridad. “La presencia masiva de fuerzas de seguridad, no ayudó a disminuir la violencia, sino a aumentarla, convirtiéndose en parte de los perpetradores, que aumentaron las extorsiones, robos y asesinatos, todo ello englobado en la constante violación a los derechos humanos, principalmente los de las mujeres”, advierte la socióloga norteamericana Erica James.
La también activista asegura que la “Operación Coordinada Chihuahua”, ha dejado en un estado de vulnerabilidad total y a merced de los militares a las mujeres, quienes no tienen protección alguna ante los elementos, que se disfrazan de ‘protectores’, cuando son los delincuentes con poder, ya que al mantener un constante patrullaje y monitoreo en las zonas rurales del estado, además del trabajo de inteligencia y de implementación de retenes estratégicos, tienen un control de distintas zonas, con la oportunidad de “atacar a cualquier mujer que ellos elijan”.
Asegurando que pese a que las violaciones a Derechos Humanos son constantes y perpetradas frente a una población entera, éstas jamás han sido sancionadas y continúan impunes, “demostrando nuevamente la torpeza del gobierno mexicano para asegurar justicia ante los delitos de sus fuerzas de seguridad”, afirma James.
La especialista asegura que Chihuahua es un espejo de lo que sucede en todo el país, y pese a que es claro la problemática que padece parece que sigue siendo invisible por objetivo del gobierno; “las mujeres han sido hostigadas sexualmente en retenes de seguridad. Los abusos que han sufrido las mujeres son el resultado de los operativos militares y de la Marina, en donde los elementos han sometido a mujeres a revisiones físicas públicas que incluyen tocamientos de senos, otras partes íntimas y hasta violaciones sexuales”.
El Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), con sede en la Ciudad de Chihuahua, da a conocer el testimonio de Claudia (no es el nombre real), quien en el traslado de su casa a su trabajo en Ciudad Juárez fue detenida por una unidad de militares. Le pidieron que descendiera de su automóvil para revisarlo y ella accedió y les pidió que lo hicieran rápidamente porque no quería llegar tarde a su trabajo.
Los soldados se molestaron y le dijeron que entonces también le harían una revisión física. Claudia les preguntó si habría una mujer que pudiera hacer la revisión, pero los soldados sólo se rieron. El testimonio en poder de este medio, asegura, “me tocaron el cuerpo mientras me decían ‘qué rico hueles güerita’, se burlaban de mí y me recargaron en la camioneta para seguirme revisando como si fuera una delincuente y tocando mis partes íntimas.”
Una compañera del trabajo pasó por el lugar y se detuvo a preguntarme qué sucedía y si estaba bien; los soldados se rieron y uno de ellos finalmente dio la orden para que dejaran ir a la joven. “Es algo que me ha afectado pues siento un sentimiento que nunca había sentido de rabia, coraje impotencia y miedo mucho miedo”. No soy la única, “tengo otra compañera que le hicieron lo mismo”.
Otro testimonio, narra como una joven fue detenida por un retén de la Policía Federal en Juárez. Los elementos revisaron el automóvil y una agente mujer le solicitó que pusiera las manos sobre el techo de su vehículo para revisarla y asegurarse que no portara armas o drogas.
La agente “revisó absolutamente todo mi cuerpo, varias veces, especialmente el busto y entre las piernas frente a 6 agentes de la policía que miraban cómo me revisaban sonriendo”. “No lloré, ni mucho menos, al principio me dio mucho miedo, después me puse muy nerviosa, y al final me dio mucho coraje, es un claro abuso de autoridad, pero de nuevo… ¿una qué puede hacer?”
James afirma “es una estupidez tener que repetir que solamente pueden revisar a los ciudadanos que han sido descubiertos cometiendo un delito, si se hacen este tipo de actos y solapados por los mandos superiores es porque la orden es intimidar y mantener a la sociedad bajo un miedo constante, que sepan que los elementos de seguridad tienen el poder de abusar sexualmente de ti, para cerciorarse que no tienes armas en el cuerpo o debajo de la piel.
Bajo la excusa de la ‘guerra’ contra el crimen en México todo está permitido. Miles de violaciones son perpetradas de ser descubiertos los elementos, culpan a las mujeres de delincuentes o de ser víctimas del narcotráfico, nunca se puede denunciar porque son amenazadas de muerte por quienes ante medios de comunicación se dicen los salvaguardas de una sociedad aterrorizada por ellos.
Sabemos mundialmente de las muertas de Juárez y los distintos feminicidios y abusos sexuales en Chihuahua a manos de delincuentes sin rostro, pero con la entrada de Ejército, Marina y mayor número de Policía Federal, ya tienen rostros, hoy en esa zona es más riesgoso vivir, te dañan más fácilmente los elementos de seguridad y denunciarlos es firmar tu suicidio”, sentencia James.
Victimas directas o indirectas, las mujeres siguen siendo un grupo vulnerable y denigrado por el gobierno Federal, quien ha omitido las políticas necesarias para protegerlas y sancionar a los responsables de los abusos, aunque esta situación la repite también el estudiantes, periodistas, infantes, obreros, campesinos, indígenas. En innumerables ocasiones se ha demostrado que el respeto a los derechos humanos no es considerado un componente esencial en este mandato.
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