domingo, 1 de marzo de 2009

FEDERICO ARREOLA

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Los convergentes "patito" se van con los chuchos (que son la izquierda "patito")

Por Federico Arreola
01 de Marzo, 2009 - 16:22
Definición tomada de tripodologia-felina.blogspot.com:

"... ‘Marca patito' es una expresión muy pintoresca que usamos los mexicanos para decir que algo es chafa (de muy mala calidad). Es una expresión indeterminada porque la usamos para referirnos a una marca cuyo nombre desconocemos o es irrelevante, pero también es una locución adjetival que implica el bajo precio y la mala calidad de un producto o servicio. La expresión ya está consignada en el Diccionario Breve de Mexicanismos de Guido Gómez Silva, y significa ‘de marca poco conocida o mala'. La lista de productos que pueden ser de marca patito es enorme: desde televisores hasta calcetines. Patito también puede referirse a instituciones..."

El hecho es que, según se has trascendido este domingo, el grupo Renovación Ciudadana, presuntamente ligado a Convergencia, ha abandonado a este partido encabezado por Luis Maldonado y Dante Delgado para pasar a las filas del PRD dirigido por Jesús Ortega.

Eso lo anunció el propio Jesús Ortega, desde luego. Como no confío en Chucho, me di a la tarea de investigar si existe realmente esa institución. ¿Y qué creen? No existe. Prácticamente las únicas referencias que hay en internet acerca de Renovación Ciudadana son las relacionadas con lo que Ortega dio a conocer. Una burla, pues.

O sea, Chucho se está llevando a su PRD a una organización patito, que no tiene ni ha tenido importancia en el partido Convergencia.

Tan patito como la tal Renovación Ciudadana es el supuesto "líder" de este grupo, José de Jesús Paredes Flores, un traidorcillo menor avecindado en Nayarit que ha sido secretario de asuntos inexistentes, o de algo todavía menos importante, en Convergencia.

A pesar de lo ridículo que resulta firmar un convenio con una organización fantasma, Ortega y Paredes le dieron forma a un "acuerdo político" ¡de alcance nacional! Qué falta de seriedad, ya que los integrantes de Renovación Ciudadana con trabajos podrían llenar las sillas de una mesa de restaurante con capacidad para cuatro personas.

En el colmo de la frivolidad, Jesús Ortega dijo, sintiéndose todo un político maquiavélico, que "algunas fuerzas políticas se van a sentir debilitadas, y no les falta razón. No nos mueve en el convenio que hemos firmado hoy ningún ánimo de rencor y no nos mueve ningún ánimo egoísta".

Según él, en Convergencia deben estar muertos de miedo. Muertos están los convergentes, sí, pero de risa.

Porque lo cierto es que son los perredistas de verdad los que han estado abandonado al PRD para pasar a militar en Convergencia, tal como ocurrió recientemente en Chalco, Estado de México, donde miles de militantes dejaron al Partido de la Revolución Democrática inconformes con el liderazgo, totalmente entregado al PRI y al PAN, de Jesús Ortega.

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