lunes, 9 de marzo de 2009

OTRA PROMESA CUMPLIDA.

Por Polimnia Romana
08 de Marzo, 2009 - 21:26

Hoy comienza una nueva etapa para el Presidente Legítimo, para su Gobierno y para todo el Movimiento Social que arrancó con su candidatura en el 2006.

Un poco más de dos años le tomó recorrer 2 mil 38 municipios por aire, mar y tierra. A veces en lancha, en avioneta o tren y, muchas, muchas veces por carretera, pero siempre con el compromiso firme de cumplir su promesa de visitar todos y cada uno de los municipios del país.

Tuve la inmensa fortuna de acompañar a Andrés Manuel durante la precampaña en el 2005 y después en la campaña en 2006. Realizó actos en los 300 distritos electorales, y repitió algunas capitales y ciudades importantes. La gente le pedía con frecuencia que no se olvidara de ellos cuando llegara a la Presidencia, que regresara a saludarlos. Él les respondía animoso que volvería, que jamás se olvidaría de ellos. Nicolás Mollinedo escribía entonces en una libreta el nombre del lugar al que el candidato había prometido regresar. La lista crecía cada semana hasta que Andrés Manuel decidió que ya no era necesario escribir más, tomó una importante decisión: una vez nombrado Presidente Legítimo de México visitaría los 2 mil 456 municipios del país.

La campaña terminó, ganamos las elecciones, se impuso un fraude, vivimos en el Zócalo 41 días y 40 noches, se creo la Convención Nacional Democrática, que en una Asamblea General sin precedentes nombró Presidente Legítimo de México al más grande líder que existe hoy en nuestro país, esos meses estuvieron llenos de emociones encontradas, había llanto, risas, gritos, bailes, cantos, hacía mucho tiempo que el pueblo no se unía por una misma causa.

Llegó el 2007, lo recibimos en Chihuahua rodeados de una capa blanca de nieve y muy entusiasmados por empezar el largo recorrido que nos llevaría por todos los rincones de México. Pasamos frío en el municipio de Madera, Chihuahua, luego nos calentamos en la costa de Guerrero, subimos por la Sierra Lacandona y nos mojamos con los aguaceros de Veracruz. Las ideas se nos reacomodaron por el ajetreo en los caminos de terracería que medio comunican a los pueblos en casi todos los estados de la república, sin excepción. Cambiamos decenas de llantas destrozadas por la condición en la que se encuentran las vías de comunicación en este país. Conocimos La Puerta del Cielo en Querétaro, que borró cualquier mala experiencia. El lodo del camino a Cochoapa, el municipio más pobre, nos ablandó el alma, y el agua que caía a un lado de la carretera que atraviesa la Huasteca potosina nos limpió los ojos.

Nuestro territorio alberga un sinfín de ecosistemas y paisajes diferentes, sin embargo, la gente que vive en ellos tiene la misma esencia. La comida varía de norte a sur pero las manos que la preparan y la ofrecen son las mismas. Conocimos muchos lugares. Lo mejor del viaje siempre fue la gente que, aunque distante y en apariencia diferente, es exactamente igual a nosotros.

Hoy por la mañana el Presidente Legítimo dirigirá su discurso desde la plaza principal de Tamazula, Durango, el último municipio de la lista. Termina esta maravillosa etapa con la satisfacción de saber que nadie conoce mejor este país, que nadie lo quiere tanto y que ningún otro mexicano puede en estos momentos gobernarlo mejor que Andrés Manuel López Obrador. No sólo por él, sino por la calidad humana de la gente que se ha sumado al movimiento que encabeza.

(no me fallaron las cuentas, faltan 418 municipios por recorrer, los que se rigen por Usos y Costumbres, el Presidente los recorrerá a finales de este año)

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