miércoles, 27 de abril de 2011

Ejército presiona aprobación Ley de Seguridad: analista. Con Ricardo Rocha-- 27 de Abril, 2011

Con la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional, para el criminólogo Pedro Peñaloza, se busca dar basamento legal a la intervención del Ejército en tareas de seguridad pública. Destacó que la la declaración de afectación a la seguridad interior estará sujeta a lo "lo que considere el Presidente de la República".

La urgencia del gobierno y del Ejército para la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional, en la que se contempla la declaración de afectación a la seguridad interior, para el especialista en política criminal Pedro Peñaloza, es porque las autoridades prevén que se vienen tiempos difíciles. Para el especialista es tiempo de cambiar la visión del problema de inseguridad para lograr una solución más eficaz.

La intervención del Ejército en temas de seguridad nacional se hace en un marco muy delicado, ya que se sabe que éste "no puede estar en actividades de la seguridad pública", comentó Pedro Peñaloza en el programa "Fórmula Detrás de la Noticia". Lo hace, detalló, avalado por una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sólo como auxiliar. Por tal motivo hay una presión por parte de las fuerzas castrenses "para que se le de instrumentos legales que justifiquen lo que están haciendo", agregó.

Para Peñaloza una de las razones por las que se quiere aprobar la declaración de afectación a la seguridad interior es porque "se prevé que la coyuntura electoral se va a conjuntar con otros elementos de orden social-político-electoral que pueden provocar estallidos sociales". Lo que preocupa de esta declaración es que "está en la nebulosa de la subjetividad de lo que considere el Presidente de la República", detalló el criminólogo.

En relación a las declaraciones de Marisela Morales y Alejandro Poiré, procuradora general y secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional respectivamente, en torno al combate al crimen organizado y a los hallazgos de narcofosas en San Fernando, Tamaulipas, fueron calificadas por Peñaloza como "explicaciones simplonas".

También señaló lo raro de la participación del vocero y la procuradora al mismo tiempo y cuestionó que no hayan estado otros secretarios relacionados con la seguridad nacional y "¿Por qué razón no solamente el vocero?, ¿Por qué no estaba ahí el Secretario favorito del Presidente, Genaro García Luna?... Todo apunta a una pugna en el gobierno por ver quién va a dar la versión final", apuntó.

Lo ocurrido en Tamaulipas obedece, contrario a lo dicho por funcionarios federales que responsabilizan únicamente a policías municipales mal capacitados, a un "vacío de políticas públicas que atiendan los orígenes de la violencia y de la criminalidad", aseguró Pedro Peñaloza. El problema de la seguridad pública "no es sólo un problema policíaco", insistió. Para el criminólogo "nadie está atendiendo los problemas nucleares de la seguridad pública… visto desde un enfoque social y multidimensional".

Para el especialista la política de ´endurecemos las penas´ y la persecución obsesiva a los delincuentes no ha dado los resultados que se esperaba para hacer frente al crimen organizado, apoyado con datos de la encuesta contra las adicciones de 2008 muestra que aumentó el número de adictos de 12 a 17 años. "La mejor política contra el narcotráfico es la política social", aseveró Peñaloza.

De la reunión del grupo de alto nivel que se realizará en Washington, entre funcionarios de seguridad e México y Estados Unidos, donde se abordará la seguridad en la frontera y el Plan Mérida. Mediante el cual el gobierno estadounidense aprobó 334 millones de dólares para fortalecer la seguridad en la frontera y para hacer frente a los cárteles de la droga, de los cuales sólo 9.2 millones serán destinados a proteger la frontera. Pedro Peñaloza lo ve como "un insulto", frente a los aproximadamente 25 mil millones de dólares que entran por lavado a México, producto del narcotráfico.

En torno a la manifestación, convocada por el escritor Javier Sicilia, el criminólogo la ve como algo positivo y espera que no se quede, como algunas otras, que no se han transformado en políticas públicas. "es tiempo de que esa manifestación se transforme en organización y en propuesta de política pública", insistió.

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