TRASCENDIO

Que la violencia cobró otra víctima en la Sultana del Norte: el emblemático Tec de Monterrey.

La baja en la matrícula de estudiantes y el éxodo de regiomontanos está forzando recortes de personal en la institución, orgullo sin igual de la ciudad.

Por lo pronto, fueron dados de baja los directores divisionales. Y la crisis parece que está lejos de tocar fondo.

Que sin hacer mucho ruido, el PAN prepara la impugnación de la candidatura de Alejandro Encinas al gobierno del Estado de México.

Y pensar que hace unas semanas los blanquiazules intentaban hacer alianza con el PRD. Pero la pesadilla del tercer lugar los llevó a estudiar los problemas de residencia de Encinas.

Real politik.

Que, hablando de real politik entre panistas y perredistas, los que están que no los calienta el sol por el caso Nayarit son los del ¡sol azteca!

Mucho tendrá que trabajar la dirigencia nacional para explicar por qué el PAN les birló a Martha García como candidata al gobierno.

Desde luego, hay varios perredistas afilando cuchillos para acusar a Los Chuchos, que se empeñaron en impulsar a Guadalupe Acosta Naranjo, a pesar de que las encuestas nunca lo pusieron arriba de la señora Martha.

Que la coordinadora del PAN en la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota, sorprendió ayer a sus pares del PRI, Francisco Rojas; del PVEM, Juan José Guerra, y de Nueva Alianza, Reyes Tamez, al proponer su terna de aspirantes al Consejo General del IFE y amagar con llevarla a votación inmediata en el pleno, sin que el punto estuviera considerado en la agenda de la Junta de Coordinación Política.

Los ánimos se encendieron y el debate llegó al rojo vivo, pero priistas, ecologistas y neoaliancistas pusieron en la mesa sus propias listas de candidatos a consejeros electorales, con la expectativa de aprobar los nombramientos entre hoy y mañana.

Que el Senado aceptó flexibilizar las medidas para la cobertura informativa en su nueva sede. Grabadoras y cámaras podrán ingresar al salón de plenos, como en San Lázaro.

Los propios legisladores respiraron, como el priista Francisco Labastida, quien preguntó varias veces en la semana “¿por qué nos separan?”.