Las acusaciones de la líder del SNTE, porque me negué a ser su súbdito, afirma
El ex director del instituto pide que se auditen los bienes que maneja la maestra
Miguel Ángel Yunes, ex director del Issste, respondió ayer a las acusaciones de la líder magisterial, Elba Esther GordilloFoto José Antonio López
Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de julio de 2011, p. 2
La presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, no necesitaba deslindarse de mí, porque no fue mi jefa, nunca lo ha sido, y tampoco hubo una relación de dependencia, afirmó Miguel Ángel Yunes Linares, ex director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), quien también dejó claro que su nombramiento fue una propuesta del presidente Felipe Calderón, no una decisión de la profesora.
Lo que es cierto –advirtió– es que la dirigente del magisterio quería corromper al instituto, dirigirlo desde la junta directiva, y yo no lo permití.
Asimismo, el ex funcionario rechazó las acusaciones de malos manejos en el Issste y de plano le reviró: quien pide está obligado a dar. A reserva de que Gordillo presente la denuncia formal y las pruebas de sus dichos –dijo–, la convoco a que se realicen auditorías, con presencia de Transparencia Mexicana, a las cuentas del SNTE, del fondo de retiro del magisterio y de sus cuentas personales y los ingresos que sustentan su ritmo de vida.
Antes hizo una serie de revelaciones en torno a la injerencia que la dirigente magisterial pretendió tener en el instituto. Aseguró que unos cuantos días después de haber tomado posesión de la dirección del organismo, le llevó una lista con los nombres de personas y los cargos que ocuparían en el Issste.
“Le pregunté: ¿quién lo dispone? Y su respuesta fue: ‘yo, porque el Issste es mío’”. Y Yunes de nuevo: estás equivocada. Yo le respondo al presidente Felipe Calderón.
Sin autoridad moral
El ex candidato del PAN al gobierno de Veracruz ofreció ayer una conferencia de prensa en la que contestó cada uno de los señalamientos que la semana pasada hizo Gordillo sobre su gestión al frente del Issste. De entrada le negó autoridad moral para cuestionar nada: cuando la veo y la oigo hablar de transparencia, honestidad, democracia, me pregunto si de veras se lo cree... si tiene autoridad moral para darnos cursos, porque ella está acostumbrada a relaciones con súbditos y cómplices... tiene intereses por el dinero y el poder, pero no amigos.
El también ex priísta hizo otras revelaciones de las que –dijo– ella sabe que tengo elementos para acreditarlas y explican las causas del rompimiento de sus relaciones políticas y de amistad.
En un gesto de caballerosidad –señaló–, lamento mucho tener que responderle de esta manera, pero enseguida la emprendió de nuevo contra la presidenta del SNTE, quien tiene una enorme capacidad para corromper todo lo que toca. Es una especie de Rey Midas, pero para corromper. Dijo que esto es lo que hizo con el sistema educativo nacional, donde “impuso un cacicazgo que los maestros rechazan, pero se aguantan por temor a perder sus trabajos.
El sistema educativo está en una situación no deseable que afecta principalmente a los niños, dijo, y de manera reiterada cuestionó la autoridad moral de Gordillo, a quien acusó de haber corrompido la vida sindical cuando decidió eternizarse en la dirección del SNTE sin consultar a nadie.
Señaló que ella misma corrompió el sistema de partidos, y tiene uno sin principios ni convicciones (Partido Nueva Alianza) que se alía con otros si satisface sus intereses personales.
Sobre la campaña que realizó por la gubernatura de Veracruz, dijo que Nueva Alianza lo apoyó porque no tenían otra alternativa, y fue muy relativo. Indicó que sólo contó con el respaldo económico de algunos empresarios, pero la mayoría de los recursos fueron propios. También se adelantó a informar sobre la existencia de una letra de cambio que fue el acuerdo con el Panal. “Firmé 10 millones de pesos, creo que del SNTE, y en el mismo lugar –el aeropuerto de Veracruz– se los entregué a Rafael Ochoa Guzmán, entonces secretario general del SNTE, para que los aplicara a Nueva Alianza”.
Respecto a las intenciones de la maestra de intervenir en el Issste, Yunes comentó que fueron múltiples solicitudes de apoyo que le negué, y también refirió una reunión convocada por Gordillo en febrero de 2007, cuando el entonces director del Issste preparaba la reforma a la ley del organismo.
“Tenía que escuchar a todo el mundo y establecer equilibrios, así que acepté viajar a San Diego, al hotel Lowe, cerca de la residencia de la dirigente magisterial. En presencia de 10 personas, integrantes del Panal, me solicitó que mensualmente le entregara 20 millones de pesos para financiar las actividades de ese partido. Obviamente le dije que no, y esto provocó un enorme disgusto. Dijo que yo estaba ahí gracias a su partido, gracias a ella, y le respondí lo de siempre: ‘yo soy director general del Issste porque me nombró el presidente de la República’”.
Para Yunes está claro que el encono de Gordillo en su contra se debe a que yo no fui su súbdito ni cómplice. Soy hombre honorable, lo he sido toda mi vida. Por eso no acepto ni de ella ni de nadie acusaciones como las que hizo el pasado 29 de junio, cuando la profesora aseguró que en el Issste ha habido malos manejos del dinero, en particular de 50 mil millones de pesos ejercidos entre 2007 y 2010.
Yunes llegó puntual y solo al hotel donde convocó a la rueda de prensa, en la que a lo largo de una hora contestó lo que me toca de lo dicho por la dirigente del magisterio. Quien sabe leer entre líneas se dará cuenta que la denuncia de Gordillo es porque no me plegué a lo que ella quería cuando fui director del Issste, y tampoco nadie supondría que de haber existido complicidad ella saldría a presentar denuncias.
Luego de puntualizar que decidió dar la cara porque no tengo nada que ocultar y sí mucho que presumir, hizo un largo recuento de las acciones realizadas en el Issste con los 8 mil millones de pesos que aportó el gobierno federal –como parte de la reforma a la ley del organismo– para mejorar los servicios de salud, que estaban en una situación deplorable.
Con el apoyo de tablas y cuadros, mencionó que la inversión superó el monto inicial: se construyeron 39 hospitales y 123 se ampliaron y remodelaron, lo que requirió una erogación de 6 mil 500 millones de pesos. También se compró equipo médico por más de 9 mil millones, y medicamentos y material de curación con un valor de casi 39 mil millones.
Respecto de las obras y adquisiciones, dijo que se realizaron –como se hace en toda la administración pública federal– con base en la Ley Federal de Adquisiciones, además de que en el caso del Issste, todos los procedimientos son vigilados y auditados por al menos cinco instancias, desde el Órgano Interno de Control, la Secretaría de la Función Pública, la Auditoría Superior de la Federación y el auditor externo: la empresa Price Waterhouse Coopers.
El SNTE nunca se opuso
En total –dijo–, en el periodo entre 2007 y los dos primeros meses de 2010 se efectuaron 2 mil 322 auditorías, ninguna de las cuales encontró que algún funcionario hubiera incurrido en responsabi- lidad, y así lo supo también Gordillo, porque todos los informes se entregan a la junta directiva, de la que el SNTE forma parte, y el gremio nunca formuló comentarios o expresión para oponerse a los resultados.
En cambio –afirmó–, la dirigente del magisterio también pretendió apoderarse de dicha junta cuando creó la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (Fedessp), con la cual buscó dividir a la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) y luego demandar mayores espacios en el máximo órgano de gobierno del instituto.
Recordó que como parte de la reforma a la ley, también hubo una reunión entre el dirigente de la FSTSE, Joel Ayala, y Gordillo –a la que él asistió–, en la cual se acordó que hubiera representación paritaria de los trabajadores, pero la maestra no lo respetó y le solicitó que apoyara a la Fedessp en el litigio que finalmente perdió.
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