Ayer La Jornada, El Universal y Reforma tenían en sus 8 columnas la noticia del balconeo de Yunes, quien afirmó que Gordillo le pidió 20 millones de pesos al mes del ISSSTE para financiar al PANAL en 2007 (alegando que “el ISSSTE es mío”), otros 300 millones en 2009, y que de pilón Yunes cedió ante las presiones de Elba Esther para poner en cargos importantes, como la dirección de finanzas, a funcionarios afines a la maestra.
Sólo dos diarios no publicaron esa nota en su 8 columnas: La Crónica, que es salinista, y Milenio, diario ligado a los intereses de Televisa, a su vez ligada a los intereses del salinismo. Para Milenio, al parecer, una acusación de currupción de ese tamaño involucrando a Elba Esther Gordillo y a una institución federal no lo ameritaban.
Pero al PRI sí le causó un fuerte escozor. A tal grado que pidieron una auditoría al ISSSTE, pero cuando Yunes fue su director. El PANAL les hizo segunda en San Lázaro.
Vaya, de plano Enrique Peña Nieto tuvo que salir a defender a Gordillo, diciendo que el SNTE de Elba Esther es “afín a los principios del PRI” cuando menos de un sexenio antes la expulsaron del partido. (Cabe preguntar: ¿El latrocinio y el tráfico de influencias son los principios del PRI?)
Ahora bien, las declaraciones de Yunes bien ameritan que el gobierno federal abra una investigación contra Yunes y contra Gordillo por tráfico de influencias. Si Yunes puso a funcionarios en el ISSSTE por presión de Gordillo, y hay confesión de parte, entonces el delito es claro y la autoridad debe proceder contra todos los involucrados.
Pero no se está procediendo. ¿Por qué?
Porque Felipe Calderón se puso a ver qué carroña podía pepenar de este relajo. No quiere proceder contra Gordillo porque cree que si logra romper la alianza que hizo con el PRI, entonces Gordillo va a tener que irle a pedir de nuevo que el PAN haga alianza con ella en 2012.
Craso error. Si esto se convierte en una subasta política para ver quien da más por Elba Esther, lo que van a terminar haciendo es darle más poder y amolar aún más al país.
Pero ni al PAN ni al PRI les importa lo que le pase al país. Sólo ven por sus intereses de grupo.
Si los panistas de base quieren evitar que Gordillo tenga más poder, deberán apoyar a MORENA.
Por eso mejor AMLO 2012.
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