“Señora ¿Por qué teme a López Obrador?” La respuesta de la señora fue rápida y muy corta, “López Obrador quitaba las casas en el DF a los de clase media…….” La interrumpí y quise concluir su frase con un pensamiento muy común “…….Y se la daba a los pobres” Respondí con cierta ironía. “Bueno fuera. Se las apropia” Aclaró la señora.
En el régimen priista, en el siglo pasado, se criticaba en demasía la inexistencia de una garantía constitucional: la libertad de expresión. A once años de la salida del PRI del poder, una pregunta fundamental para la democratización del país es ¿Contamos con medios democráticos en el país? Desgraciadamente son pocos los medios de comunicación que ponen énfasis en informar a la población, la mayoría de los medios anteponen sus intereses lucrativos ante los del bien común. Hoy en día las minorías carecen de espacios en los medios de comunicación, esto debido a que las televisoras buscan rating por sobre todas las cosas. La comunicación ha evolucionado al libre mercado de las ideas, donde lo principal es la ganancia y no el producto ni lo ético.
En México la mayoría de la población carece de una educación para los medios, una educación que permita dudar de la información que los medios transmiten. La cuestión a realizarnos es ¿Cómo educar a una población si los medios solo buscan manipular a las masas? Desafortunadamente los medios han perdido la objetividad que debería caracterizar a una democracia, hoy los medios se encargan de guiar la opinión pública a su conveniencia. Los medios, ya sean escritos, radiodifusoras o televisoras, se hacen valer de la baja escolarización de la mayoría de los mexicanos para controlar el caminar de la población. La manipulación a la población se da por medio de noticieros, novelas, artículos y cualquier espacio con el que cuente la concesión radiodifusora o televisiva. No hay que ver inocentemente ningún segmento presentado, cada segundo, cada letra y cada imagen de un medio de comunicación tienen una razón de ser. Tomemos como ejemplo los programas de farándula, muy populares hoy en día, para ver los motivos reales de un medio mexicano, así que ¿Los programas de farándula son para entretener o para idiotizar a la población? Ojala fuera la primera respuesta, pero no.
La baja calidad de los programas en televisión abierta es causada por el duopolio televisivo con el que cuenta el país. Ante la nula competencia se pierde el interés por mejorar los contenidos que se transmiten en la actualidad. Las televisoras saben que si ofrecieran un contenido más cultural y racional los costos podrían ser muy altos, y diciendo costos nos referimos a lo que podría acarrear el hecho de tener una ciudadanía más en contacto con la objetividad. Es una ridiculez que en México no se pueda hablar de democratización de los medios sin que estos traigan al juego la palabra expropiación. En una democracia todos los individuos son iguales, por tanto en los medios democratizados debería ser igual, pero esto no convendría a los altos mandos que controlan los medios. Porque los medios a veces dicen de más y muchas veces no dicen, ¿A poco TV Azteca mencionaría la toma del Canal 40? ¿A poco Televisa mencionaría la construcción de candidaturas realizadas por ellos mismos? Como digo, no siempre se dice todo.
La influencia de los medios en la política es basta y muy poderosa, ya que la gran mayoría conoce a los candidatos por medio de la televisión, y lo peor es que los conoce con la perspectiva que el comunicador da a entender. Solo veamos la guerra sucia en el 2006 para entender exactamente el poder de manipulación que ejercen los medios de comunicación. Y ya que hablamos del 2006, hablemos de López Obrador. AMLO es el perfecto ejemplo de que no solo las minorías quedan fuera de los medios de comunicación, porque no es poca cosa llenar el Zócalo, pero los medios lo tomaron como un hecho simple y sin relevancia. Pero los medios lo mencionan mucho, no le dejan de adjudicar la derrota de Encinas ni de achacar con sus errores. Los medios a veces no hablan y a veces hablan de más. No podemos negar que AMLO tenga sus errores, y quizá muchos como todo humano, pero no logro concebir como se le puede atacar por cosas que no tienen sustento (Así como la señora que dice que AMLO quitaba casas en el DF). Sé por Twitter donde está actualmente MORENA en el país. No lo sé por la televisión. Los espacios están abiertos solo si piensas como quieres que piensen los medios.
Dudar es fundamental en una sociedad teledirigida, hay que dudar y cuestionar los contenidos y opiniones que difunden los medios. Dudar ayuda a la construcción de una verdad, una verdad que se acerque a lo más próximo de la objetividad (Porque la objetividad completa no es posible). Al gobierno le corresponde buscar dejar atrás el duopolio televisivo para lograr una mejora en la calidad de los contenidos televisivos, porque entre más opciones tengamos podremos tener un criterio más variado, no digo más crítico porque hoy en día muchos de los contenidos de las dos televisoras en México se enfocan a lo mismo. Es necesario formar una cultura de medios, una cultura que permita la educación por medio de la comunicación. Pero es muy difícil vencer a la codicia de los medios de comunicación, porque hoy está comprobado que la comunicación es el mejor negocio del mundo, y más en México, si no me creen pregúntenle a Carlos Slim.
Ver a AMLO comparado con Hugo Chávez, relacionándolo, sin pruebas, a la corrupción, amenazando que sería el que traería el socialismo a México. Estas imágenes que alguna vez vimos en televisión, no solo en comerciales pero en noticieros, hacen que volvamos a preguntar “Señora ¿Por qué teme a López Obrador?”
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