Miguel Ángel Granados Chapa dijo ayer algo importante durante el programa de radio de Carmen Aristegui al que fue invitado: “Esta elección después de todo deja una enseñanza, quienes no quieran a Peña Nieto en los Pinos deben ponerse a trabajar”. Y tiene toda la razón.
Si analizamos las cifras de la elección en el Estado de México nos podemos dar cuenta de que en realidad quien nos metió una paliza, no sólo al PRI sino a todos, fue la abstención.
PAN- 570,185 votos - 12.46% de los votos ejercidos.
PRD- 966,627 votos - 21.12% de los votos ejercidos.
PRI- 2,862,102 votos - 62.52% de los votos ejercidos.
Abstención - 5, 721, 418 votantes de un total de 10, 020, 332 con credencial de elector.
¿Por qué más de la mitad de los electores no votó?
Es cierto que muchos mexiquenses que viven en la pobreza no tienen posibilidades de asistir a una urna, y muchísimos otros no cuentan con formación, ya no digamos política sino académica. En una entrevista que subieron a youtube para denunciar el acarreo y la compra del voto que realizó el PRI, le preguntaban a una señora a qué había ido a un mitin de Eruviel Ávila. La señora, muy humilde por cierto, contestó que le dijeron en su colonia que iba a haber una junta de vecinos y que a los que asistieran les iban a dar un regalo para su casa o dinero en efectivo. Por eso vine, dijo la señora. Después le preguntaron si sabía quién era Eruviel Ávila, a lo que la señora respondió: no señito eso si no sé contestarle, no sé quién es el señor que me menciona.
Tal vez muchas de las personas acarreadas a los eventos de Eruviel, a las que no les retuvieron su credencial de elector, no votaron el día de la elección, recibieron los regalos, las despensas y el dinero y luego le pintaron un violín. Seguramente no votaron muchas otras que atraviesan por la terrible situación después de las inundaciones ocurridas la semana pasada, precisamente en Ecatepec y Nezahualcóyotl, municipios más poblados.
La explicación del abstencionismo en las colonias de clase media y alta tiene otras razones: apatía, falta de confianza en las instituciones y en los políticos porque la tele dice que todos son iguales, o porque no les importa lo que pueda pasar en el país si seguimos con este régimen neoliberal que a ellos más bien los beneficia. La cosa es que la gente no sale a votar y eso es muy grave para un sistema que se dice DEMOCRÁTICO.
Por eso insisto en que la enorme tarea que lleva a cabo el Movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador es fundamental para México, se trata de la conscientización y el despertar de un pueblo que el Estado abandonó a su suerte, al que se le ha negado EDUCACIÓN, SALUD Y EMPLO, y que a cambio le ofrece chatarra. Chatarra a través de la tele, chatarra con los políticos corruptos, chatarra en los centros de salud y, lo más grave, chatarra en las escuelas, no sólo me refiero a los productos alimenticios sino a la condición en la que se encuentran sus escuelas y sus maestros.
Por cierto, dijo Humberto Moreira que ahora que ya “ganaron” con carro completo hablará con doña Agripina Gordillo para ponerse de acuerdo para el 2012, y que ahora sí ya van a sacar las “reformas” que tanto necesita México: militarización total del país, más privilegios a patrones y menos derechos a los trabajadores, venta del patrimonio nacional a particulares, intervencionismo de EU, etcétera, etcétera, etcétera.
Con este panorama no sólo hay que atender a la recomendación de Granados Chapa, sino seguirla al pie de la letra. Ponernos a trabajar para evitar que Peña Nieto se siente en la silla Presidencial.
En el Movimiento lopezobradorista hace rato que empezamos la tarea y vamos bien, aunque la elección de Estado aparezca en la tele y en los medios de la derecha como una terrible derrota. Ya les dije quién fue la ganadora.
Lo cierto es que cada día se suman más mexicanos a MORENA y se organizan en pequeños comités vecinales para difundir información sobre el Proyecto de Nación que puede sacarnos del hoyo.
En eso estamos en Macuspana, Tabasco. Mañana Comancalco y Paraíso, y así hasta que nos alcancen las fuerzas...
Bien dice Andrés Manuel que al final, o gana la razón o al menos nos queda la satisfacción de haber cumplido
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