Escribo esta columna ya muy noche porque, la verdad, no encuentro tema interesante en México.
De la Suprema Corte lo único que puedo decir es que es una soberanada idiotez que pese a que 7 de 11 magistrados consideran inconstitucionales las leyes anti-aborto en México, aún así se imponga la decisión de una minoría que, la verdad, habría que ver si en su casa les hacen caso a sus desplantes de ultraconservadurismo.
Por cierto que no faltó el mensito que dijo que no se deben declarar inconstitucionales las leyes antiaborto “para que las mujeres no anden de putas”. El mansito en cuestión, supongo, no sabe que esas leyes penalizan con cárcel el aborto aún en caso de violación o de peligro a la vida de la mujer. Eso NO es “andar de puta.” Y aunque lo fuera, ¿en qué le afecta a ÉL? En nada. Habría que preguntar si su verdadero problema es que le da envidia que otros y otras cojen rico y él no.
No, creo que lo interesante está en Europa, donde el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, propuso cobrarle impuestos a las transacciones bursátiles. La propuesta es apoyada por la Canciller alemana, Ángela Merkel, y por el derechista presidente francés Nicolás Sarkozy. También ha recibido apoyo en España, Bélgica y Portugal.
Con el detalle de que Inglaterra ya tiene un impuesto bursátil a las acciones de empresas sin que le haya causado ningún daño a su economía el cobrarlo.
El impuesto sería de 0.05% en cada acción, bono, derivado o transacción cambiaria, lo cual podría generar miles de millones de dólares en ingresos a nivel mundial.
En un artículo en el New York Times, el ex ministro del exterior de Francia, Philippe Douste-Blazy, llamó a esta propuesta “una solución del siglo 21”.
¿Quién lleva AÑOS en México proponiendo que se le cobren impuestos a las transacciones bursátiles? Adivinaron: Andrés Manuel López Obrador.
Y ahora hasta la derecha en la Unión Europea, ve con buenos ojos la propuesta del Peje para combatir la crisis.
Por eso mejor AMLO 2012.
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