lunes, 28 de noviembre de 2011

La diferencia-- POLIMNIA ROMANA

Ayer, Enrique Peña Nieto entregó su solicitud de registro como precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional. Al acto acudieron gobernadores, alcaldes y legisladores de ese partido para hacerse visibles y en caso de que Peña Nieto llegué al poder les guarde un huesito o les ayude a mantenerse impunes, en el remoto caso de que alguno de ellos haya incurrido en actos de corrupción, como lo hizo con su tío Arturo Montiel. También lo acompañó un grupo de personas uniformadas con camisetas rojas, para brindarle su apoyo.

Hace poco Andrés Manuel López Obrador preguntó, ¿qué frase ha pronunciado Peña Nieto como para ser recordada? La verdad, no le conocíamos ninguna pero ayer pronunció la primera: “éste es el momento más trascendente en mi vida pública y nacional”. El mensaje para los ahí reunidos fue claro: antes que ustedes voy Yo.

Lo más probable es que la gente que acude a esas reuniones recibe muchas promesas de quienes las organizan y las llevan pero no del personaje a quien dicen apoyar.

Es cierto que no bastan las buenas frases si no van respaldadas por un mínimo de honestidad y decoro, y en ese caso es mejor no decir nada.

Peña Nieto no dejó bienestar en la entidad ni a los ciudadanos que “gobernó”. Las obras de infraestructura, especialmente carreteras visibles, serán pagadas por los mexiquenses a largo plazo, es decir, igual que Moreira en Coahuila los dejó endeudados, con el agravante de que los pésimos caminos que comunican a los municipios más pobres del Estado de México siguen igual o peor.

La inseguridad y los feminicidios también aumentaron durante su gestión, lo que sí logró disminuir de manera exagerada fueron las oportunidades de estudio y de trabajo para los jóvenes y adultos.

Otro signo que lo caracteriza como gobernador fue la represión que ejerció contra el pueblo de Atenco, y la facilidad con la que se asocia a los personajes más siniestros de la vida pública de México. Para empezar, con Carlos Salinas de Gortari y Elba Esther Gordillo.

Mucho dejó de qué hablar el sistema de justicia impartido durante su administración pero de esto nada hablan los medios de comunicación y por eso la gente que acude a brindarle su apoyo lo ignora.

¿Por qué lo apoyan si no ha mostrado resultados efectivos?

Pues porque lo apoya la tele, especialmente televisa, y porque con recursos del mismo pueblo reparte migajas en tiempos electorales.

Esa es la gran diferencia entre la gente que apoya a Peño Nieto y la que se ha sumado al Movimiento Regeneración Nacional, que impulsa junto con el PT, Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, y un sector del PRD a Andrés Manuel López Obrador.

Lo digo porque me consta. La gente que llena plazas en todos los pueblos y ciudades del territorio nacional para escuchar y apoyar a Andrés Manuel López Obrador, refleja en su rostro esa ESPERANZA y ese deseo de CAMBIO que le ofrece López Obrador, y no de dientes para afuera porque su trabajo lo respalda.

No es lo mismo decir: voy a hacer tal o cual cosa, que decir, hice esto y aquello en beneficio de los ciudadanos y aquí están los resultados.

De ninguna manera menosprecio a las personas que acuden a apoyar a Peña Nieto, simplemente las diferencio de las que están convencidas de que si seguimos por el mismo camino no habrá bienestar, justicia ni libertad para todos.

El nuevo PRI es más viejo que nunca. Sus prácticas antidemocráticas y la corrupción de sus dirigentes y funcionarios públicos, lejos de disminuir han aumentado obscenamente. No hay quien los pare en su ambición.

Ya dijo Peña Nieto que él va a permitir la privatización de nuestro petróleo para rescatar a PEMEX, cuando ellos son los que lo han desmantelado.

Estamos a tiempo de que un mayor número de ciudadanos se una al cambio verdadero y deje de creer que el neoliberalismo fue creado en beneficio de pueblos pobres y naciones libres.
Sí se puede detener la maquinaria de la corrupción que lleva al poder a los hombres menos indicados.

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