He recibido de fuente confiable un testimonio que tiene relación con las recientes elecciones de Michoacán.
Diálogo con Rosaura, joven mujer de 28 años de edad, casada y madre de tres hijos; habita en la casa de sus suegros en una colonia popular de Morelia.
–Buenas noches doña Cristi.
–Qué tal Rosi, ¿cómo estás?
–Vengo a que me haga un favor.
–Tú dirás.
–¿Me puede ayudar a conseguir que le hagan un estudio de tomografía a mi hijo de 7 años? Es que la maestra de la escuela se lo ordenó porque tiene problemas para estudiar y no tenemos dinero para hacérselo y, si vamos al hospital infantil, se van a tardar mucho y el estudio urge.
–Déjame ver, ¿tu marido no tiene seguro social?
–No, es que él trabaja en un camión recolector de basura y no tienen prestaciones y pues yo ahorita ya no tengo trabajo.
–¿Dónde estabas trabajando?
–¿Qué no ve que me dio trabajo la Cocoa ahora en la campaña?
–Y ¿cuánto tiempo duraste ahí?
–Un mes y medio. Lo que pasa es que me fueron a invitar y pues yo les dije que no era panista pero que sí necesitaba el trabajo y me dijeron que no me iban a obligar a votar por el PAN pero que me ofrecían el trabajo para hacer encuestas; debía entregar 25 encuestas al día y me daban cien pesos diarios. Así que como no era requisito que fuera panista y como el pago era seguro pues acepté y a veces terminaba las encuestas en tres o cuatro horas al día.
–Y ¿cómo te sentiste en ese trabajo?
–Pues re’bien porque hasta fui a reuniones donde estaba la Cocoa y Marko y hasta una foto se tomó la Cocoa con mis hijos.
–Y ¿por quién votaste en la elección?
–Pues voté por el PAN porque me pagaron quinientos pesos como funcionaria de casilla y me llevaron pollo para comer y de pilón lo que sobró me lo dieron para que se los llevara de comer a mis hijos.
–Pero yo te vi en el mitin del PRD que se hizo en la colonia López Mateos, cuando vino el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, unos días antes de la elección, ibas con tus niños.
–Sí, es que también fui con el PRD y me dieron mi camiseta, sólo que no me quedé hasta el final porque se tardaron mucho en llegar y ya mis niños tenían frío, así que sólo alcancé a recibir la camiseta y ya no supe si dieron más cosas.
–Pero también te vieron con los que vinieron a hacer propaganda para Fausto en un mitin a la colonia.
–Ahí me dieron una despensa y es que siempre me han dado ahí mi despensa y pues hay que estar para no perderla.
–Pero finalmente votaste por el PAN.
–Sí, es que me dijeron que me iban a seguir dando trabajo aparte de lo que me pagaron. Yo creo que si Marko le gana a Wilfrido el municipio sí me da el trabajo.
–¿De qué crees que te la dé? ¿Hasta qué año estudiaste?
–Terminé la primaria y pues que me dé el trabajo de lo que sea, yo necesito trabajar y también las otras que andaban haciendo encuestas conmigo, todas estaban igual que yo.
–Entonces, ¿ahorita ya te quedaste sin trabajo?
–Pues sí y lo que me gustó es que era un trabajo bien facilito, aunque algunas gentes sí me dieron mi descolón cuando hacía las encuestas y conste que yo llegaba bien amable.
–Y ¿ya te diste cuenta cuánto te dieron por tu voto los del PAN?
–¿Cómo?
–Mira: te dieron mes y medio de trabajo a razón de cien pesos diarios, sin prestaciones, fueron mil quinientos pesos, más los quinientos pesos como funcionaria de casilla fueron dos mil pesos. Así que tu voto costó dos mil pesos y las sobras del pollo para tus hijos.
–No, porque a mí no me obligaron a votar por el PAN, lo que pasa es que voté por ellos porque ellos me dieron el trabajo, si me lo hubiera dado el PRD hubiera votado por el PRD, si me lo hubiera dado el PRI hubiera votado por el PRI, pero me lo dio el PAN, así que voté por el PAN.
–Mi querida Rosi, el caso es que ahorita estás sin trabajo y necesitas practicarle un estudio a tu hijo y en lugar de ir con los del PAN para que te ayuden, ¿por qué vienes con nosotros que somos una asociación civil?
–Porque ustedes siempre están trabajando sean o no sean elecciones, y porque somos vecinos, ¿no?
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