Que la lamentable dinámica de odio de las elecciones de 2006 no se repita en 2012--
FEDERICO M. ARREOLA
Escucho Carmen Aristegui por las mañanas cuando voy en el coche. La considero la mejor periodista y entrevistadora de México. Creo que con más Aristeguis en el país, estaríamos un poco más cerca de la democracia de lo que actualmente estamos.
El programa de Carmen acaba a las 10 am. Cuando todavía voy en el coche o estoy atorado en el tráfico, o simplemente me toca ir de un lugar a otro después de las 10:00 horas, ya no hay Carmen, sino Jairo Calixto en un programa que considero lamentable. Tan malo me parece el Coordenada 102.5 que prefiero escuchar a Pedro Ferriz, el único presentador de noticias de la mañana que extiende su programa hasta las 11 am. Siempre he considerado que la única ventaja de Ferriz sobre Aristegui es que su programa dura más, maximizando la probabilidad de gente que lo sintonice cuando acaba el de la señora Carmen.
Pues hoy, en una de esas veces en las que voy en el coche y acaba el programa de Aristegui, puse a Pedro Ferriz, que a esas horas se la pasa más contando chistes que dando noticias. Hoy no fue el caso ya que estaba con un analista político con el que creo habla de historia ocasionalmente, les debo su nombre que no lo mencionaron durante todo el tiempo que escuché la estación de radio Imagen 90.5.
Estaban diciendo que “López Obrador es un peligro para México”, así textualmente. Deseaban, ambos, que los mexicanos sepamos elegir para que no nos arrepintamos en las elecciones de 2012. Ferriz hizo un símil entre López Obrador y Chávez diciendo que “no creo que sean malintencionados, creo que López Obrador es un ignorante y un loco”. A lo que el analista invitado dijo “Pedro, desde que inventaron a los locos se acabaron los malvados”.
Me remonté a la campaña de odio orquestada desde el PAN en contra de López Obrador. Campaña que terminó dividiendo a la nación en dos e incluso hizo que en más de una reunión familiar a lo largo y ancho del territorio mexicano se prohibiera hablar de las elecciones y de “El Peje”; ya que en cada familia había alguien a favor y alguien en contra de López Obrador, y las discusiones eran tan acaloradas que podían acabar muy mal.
Todavía no empiezan las elecciones y ya escucho de nueva cuenta, por los mismos periodistas de antes, el famoso “Peligro para México” y ni qué hablar de la irresponsabilidad de un comunicador al tachar de “loco” a otro ser humano sin una razón aparente o, carajo, prueba médica que lo certifique.
Pido que no entremos en la misma dinámica de odio y división que tanto afectó al país en 2006. Hay que evaluar a cada candidato, a cada propuesta, con la cabeza y no con el hígado.
El problema es que una campaña de odio fue lo que más benefició a la derecha, por eso creo que los mismos promotores de la misma en 2006, lo serán en 2012.
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