La metida de pata de Felipe Calderón no fue superada ni siquiera por la puntada absolutamente inocente del poeta Javier Sicilia, quien pidió una tregua navideña a las mafias del narco y al gobierno federal.
Cuando parecía que la peor noticia del día era el registro de Enrique Peña Nieto como precandidato presidencial del PRI, llegó la terrible declaración de Calderón.
Fue tan atroz lo expresado por Felipe Calderón que nadie protestó por lo ocurrido en Coahuila, donde, mediante un bando solemne, fue declarado gobernador Rubén Moreira, hermano de… Humberto, el que con mentiras destruyó las finanzas coahuilenses solo para que Enrique Peña Nieto lo premiara con la presidencia nacional del PRI.
Golpeó tan duramente al prestigio del PAN la amenaza que lanzó Calderón contra sus críticos que los aspirantes panistas a la Presidencia de la República, Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero, están aterrorizados ante la posibilidad de que los internautas los cuestionen acerca del autoritarismo del inquilino de Los Pinos, en el debate que van a sostener, por internet, en el portal de noticias www.unotv.com.mx.
Felipe Calderón había cometido grandes y graves equivocaciones políticas, pero ninguna tan lamentable como la de anunciar que estudia alternativas para proceder legalmente contra los más de 20 mil mexicanos que han pedido que lo juzgue la Corte Penal Internacional de La Haya.
¿Qué le pasa a Calderón? ¿Ya, de plano, se volvió loco? Estoy completamente seguro de que ha perdido la razón.
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