viernes, 20 de julio de 2012

Marranadas de Marín, no esoterismo de Arreola, razón del encuentro EPN-FCH-- HÉCTOR PALACIO

Un experto en hacer, decir y difundir marranadas, el director de Milenio, Carlos Marín, le lleva ventaja en la razón al director de SDPNoticias, Federico Arreola, cuando el lector trata de explicarse la naturaleza del reciente encuentro entre Peña y Calderón.

Con ironía, Arreola atribuye el encuentro al esoterismo mexicano. Que al margen del asunto de la compra de votos, Calderón recibe a Peña porque obtuvo más que los otros candidatos y porque, en asunto de fraudes, en México se cree o no se cree en ellos. Así, Calderón, mexicano víctima de ese malhadado esoterismo, no creyó que existiera cuando felicitó al priista el 1 de julio, creyó cuando habló de la compra de votos y volvió a descreer cuando lo recibe en Los Pinos (¿continuará?).

En cambio, Marín, sin hablar del encuentro y en evidente defensa del priista, indignadísimo, califica como “colosal marranada” la aparente volubilidad de Gustavo Madero y del PAN (visión compartida por Ciro –quien ahora goza de la cabal impunidad del “encuestólogo” científico, del “linchador” mediático- y por otros periodistas objetivos quienes desean que todos acepten ya al priista y dejen de lado los procesos seguidos por López Obrador que tan sólo “dividen al país”), al declarar que hasta agosto decidirán si sus diputados y senadores acuden o no a la toma de protesta de Peña y que esperará la resolución de los tribunales. Concluye el milenario garabatero con un argumento marrano sobre una acción marrana: que en 2006 Calderón asumió el poder gracias al PRI. Es decir, Marín desea que la marranada de 2006 sea reciprocada con una marranada en 2012; la marrana demanda de Marín al PAN ha sido replicada por López Dóriga, entre otros.

Aventuro dos hipótesis sobre el encuentro entre EPN y FCH.

La de la marranada. Calderón prolonga o impulsa la línea del presidente del PAN, de Horcasitas y Vázquez Mota: sí, hubo compra de voto, iniquidad, engaños, “billetazos”, uso de aviones privados, Monex, manipulación de encuestas, etc., pero pese a todo ello, reconocerán al cabo la elección del priista, no se unirán a la protesta de López Obrador.

La memoria del fraude, que no la presencia de esoterismo, concluye en una marranada más. Efectivamente, Felipe y el PAN recuerdan muy bien el favor del PRI en 2006 y estarán felices en retribuir aquella marranada con otra colosal marranada en 2012. Pero antes, por distintas razones ya argumentadas por diversos periodistas –“reformas estructurales”, impunidad de Calderón, cara venta del amor, etc.- juegan un poco a la supuesta crítica.

Entonces ha errado Arreola frente a Marín en el caso FCH-EPN; demasiado benigno. No se ha tratado de ningún esoterismo, sino de súper mega colosales marranadas.

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