Confesiones de un periodista canoso en torno al PxM y la elección de julio
Transparente es a los ojos críticos que tanto con el “Pacto por México” como con la “Cruzada Nacional contra el Hambre”, lo que menos se pretende es el bien de los mexicanos. Evidencias sobran: 1. Se trata de entelequias resultado de acuerdos copulares huecos de apoyo popular. 2. Pactos y programas de esta índole condujeron a nada positivo en el pasado, al grado de que los vuelven a plantear, pues engañan, prostituyen la política y medran con la pobreza. 3. Buscan el inmediato beneficio de los actores involucrados. 4. Corrupción en Veracruz es sólo una muestra de lo que bien pudiera estar extendido en cada espacio geográfico donde los delegados priistas sean quienes administren los recursos públicos.
También existen confesiones de algunos periodistas “objetivos” quienes se jactan de sus bien informados “análisis” que en realidad no pasan de vertederos de línea inducida y “chismes e intrigas de palacio” de las cuales se exhiben como expertos, pues presumen vías ocultas a través de las cuales les hacen llegar información para su publicación en la columna del día a manera de hallazgo periodístico.
En defensa del supuesto valor del “Pacto por México” y de Peña Nieto, y con el propósito de demostrar que se equivocan quienes han dicho que el pacto está muerto, que hay conflicto entre Peña y Madero, que el origen del problema es la corrupción de la hambrienta “cruzada” en Veracruz (puras obviedades), y con el fin de afirmar-informar, como resultado, que el pacto “goza de cabal salud”, que saldrá más fortalecido para “empujar” la reforma financiera y que aun posiblemente las partes soliciten un periodo extraordinario del Congreso para aprobarlas lo antes posible, nuestro personaje registra que pudo “reconstruir buena parte de la narrativa de la crisis” y que sus “pesquisas” se lo confirman.
La empeñada investigación de nuestro personaje le condujo al hallazgo siguiente:
Explotada la crisis, los mecanismos del pacto entraron en acción a través del diálogo, la negociación y el acuerdo que no sólo lograron anularla, sino que revirtieron sus efectos. Todo, porque el verdadero interesado y hasta responsable de que Madero y Zambrano sigan al frente de sus partidos, es Peña. Lo contrario significaría un triunfo de los calderonistas y de los lopezobradoristas, así como la muerte del pacto.
Aquí el momento más dramático del protagonista:
“Y también por eso y contra lo que todos suponen, el PRI no se llevará un flamante ‘carro completo’ en las primeras elecciones del gobierno de Peña Nieto –las del domingo 7 de julio próximo-, sino que el PAN ganará en la elección estatal de Baja California, con lo que mantendrá el gobierno de esa entidad. Mientras, el PRD se quedará con dos joyas de la corona: el municipio de Benito Juárez –conocido como Cancún-, en Quintana Roo, y las alcaldía y el Congreso de Oaxaca”. Lo del escándalo y sus secuelas ha sido un mero movimiento estratégico, pues tanto Madero como Los Chuchos “se vacunaron para la contienda electoral” y Peña ha garantizado “el estado que ganará el PAN y… los municipios que refrendará el PRD. Al tiempo.”.
Luego de tan sesuda investigación y análisis, afloran las obviedades: ¿De qué democracia hablan entonces tanto los políticos como sus defensores periodísticos? ¿Para qué celebrar elecciones si ya todo está arreglado con meses de anticipación? ¿Para qué tribunales electorales? ¿Para qué pactos y cruzadas que no son más que simulación como aquí deja testimonio el periodista? ¿Para qué periodistas serios si contamos con los informantes de los acuerdos cupulares en lo oscurito? ¿Para qué la desgarrada simulación democrática y para qué el periodismo enmascarado? ¿No sería más económico y realista vivir en una sociedad de factos que de pactos?
Por razonables razones, ocultemos el nombre de nuestro personaje y usemos uno falso, Ricardo Alemán. El referente a esta nota, “No está muerto”, El Universal, 24-04-13.
P.D. Otro medio “objetivo”, con ligas semejantes a las de Alemán, pareciera confirmar la simulación generalizada. Milenio sostiene que Madero “ha puesto en jaque al Pacto por México: para que Peña Nieto y el PRI aflojen el paso, sacrifiquen a Fernando Castro Trenti y aquella entidad siga en manos del panismo.” (“Trascendió”, 25-04-13).
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