El Universal, a través de Ricardo Alemán, calumnia a AMLO
El diario presidido por Juan Francisco Ealy Ortiz, El Universal, seguramente vende más ejemplares impresos que sus competidores. Y, por mucho, el sitio de internet del periódico del licenciado Ealy es el más visitado en México. ¿Por qué, entonces, El Universal tiene menos prestigio que Reforma, La Jornada, Excélsior, Milenio? La respuesta está en ciertos textos publicados en su página de opinión. Sí, los firmados por el señor Ricardo Alemán.
Ese tipo se pasa, de plano. Es un vulgar calumniador. Durante el pasado proceso electoral presidencial Alemán se especializó en mentir acerca de los orígenes y las motivaciones de los líderes del movimiento #YoSoy132. Lo hizo, claro está, sin dejar de difamar, algo que ha hecho durante años, al principal dirigente de izquierda que hay en México, Andrés Manuel López Obrador.
Hoy lunes, el señor Alemán insiste en su campaña de falsedades contra Andrés Manuel. Ahora el columnista de El Universal –no queda claro si siguiendo instrucciones, o no, del propietario del negocio, Ealy Ortiz– asegura tener pruebas, ¡y, lo peor, es que cree que las presenta!, de que “detrás del vandalismo desatado por la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Guerrero, Michoacán, Oaxaca y el Distrito Federal, está el partido en formación, Morena; su ideólogo y propietario, Andrés Manuel López Obrador y su gerente y escudero Martí Batres”.
Alemán no deja ahí sus mentiras. Afirma también, con absoluta irresponsabilidad, que “grupos vinculados a Morena están detrás de la ola violenta desatada desde el 1 de diciembre pasado en el Centro Histórico del Distrito Federal, en escuelas y universidades como la UACM, CCH y asaltos a las rectorías de la UNAM y la UAM: todos ellos llevados a cabo con violencia extrema idéntica y por los mismos grupos financiados por el partido de López Obrador”.
Aunque es basura lo escrito por Alemán, no puede ignorarse. Ni hablar, a pesar de su desprestigio El Universal es un diario influyente. Lo es, hay que precisarlo, al estilo Televisa: no tiene credibilidad entre la gente más educada, pero llega a muchas personas en México.
Que un medio tan fuerte –a pesar de su descrédito editorial es relevante por su tamaño– se ocupe tanto de Andrés Manuel, desde luego siempre con ganas de destruirlo, solo puede significar que el avance de Morena es real. Cuando estas cosas ocurren Andrés invariablemente menciona un refrán que, me parece, él ha escuchado en ciertas rancherías de Nuevo León: “Nadie da de patadas a un perro muerto”.
AMLO y Morena están más vivos que nunca. Lo sabe el PRD cuyos militantes se están pasando a las filas de Morena. Lo sabe el PAN que, lo mismo que el perredismo, sufrirá pérdidas electorales importantes en cuanto Morena tenga la autorización para participar con candidatos propios en los comicios. Lo sabe el PRI que ya calcula la potencia que al finalizar el sexenio tendrá Morena, el único partido con posibilidades reales de derrotar a la maquinaria priista en las presidenciales de 2018.
No estoy de acuerdo con Andrés Manuel y otros integrantes de Morena en todo lo que hacen. De hecho, ya no estoy de acuerdo en casi nada con ellos. Me gustaría verlos más colaboradores con los proyectos buenos, que son bastantes, del gobierno de Enrique Peña Nieto, sobre todo con las reformas estructurales, que me parecen muy positivas.
Pronto Luis Videgaray presentará la reforma financiera que, por lo que sé, pondrá orden en el sector bancario, combatirá el lavado de dinero y “democratizará” el crédito, es decir, obligará a los bancos a prestar más y más barato.
¿Pronóstico? Morena, si viene al caso que alguno de sus dirigentes opine sobre la reforma financiera, la criticará muy fuertemente. La gente de Morena tiene derecho a eso y a más. No estoy de acuerdo, pero respeto la posición política de no apoyar nada que haga el gobierno. No se viola con ello ninguna ley. Hasta es una actitud democrática, totalmente democrática.
Tampoco la gente de Morena actúa en forma ilegal cuando, en vez de exigir cárcel para los violentos “maestros” que han quemado edificios en Guerrero, pide que se dialogue con ellos y afirma que la culpa de que las cosas se hayan salido de control la tiene el gobierno que impuso una reforma educativa sin consultar a los mentores.
Creo que si las protestas pacíficas son legítimas –así han sido todas las encabezadas por Andrés Manuel López Obrador durante décadas–, las protestas violentas tienen que castigarse con cárcel. Que en Morena piensen otra cosa no los convierte en cómplices de nada.
De hecho, Morena y los gobiernos estatal y federal, al menos en el caso de Guerrero, coinciden: porque en esa entidad los gobiernos han permitido que los maestros hagan destrozos sin que los moleste ninguna autoridad. Y, además, los funcionarios no han dejado de buscar vías de diálogo. Al menos eso parece hacer a diario el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Me pregunto qué se puede dialogar con personas que han decidido recurrir a la violencia. Yo no lo haría. Pero, bueno, no soy político.
En fin, lo que yo piense acerca de Morena es irrelevante. Lo que cuenta es que sigue avanzando el partido en formación que se nutre de la enorme autoridad moral de Andrés Manuel López Obrador. Como Morena crece, se le ataca. Sus enemigos no saben que debido a las agresiones, sobre todo las muy miserables del tipo de las de Ricardo Alemán, Morena crecerá todavía más.
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