domingo, 2 de agosto de 2009

La agresión de García Luna contra Proceso

JORGE CARRASCO ARAIZAGA
En la guerra del presidente Calderón contra bandas del crimen organizado parece no haber límites. Ni siquiera el del respeto a las garantías constitucionales, entre ellas las libertades de expresión y de prensa. Una vez más, Proceso es víctima de la violación de sus derechos fundamentales: funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública federal, al frente de la cual está Genaro García Luna, exhibieron ejemplares de este semanario junto con supuestas evidencias con las que presentaron ante los medios de comunicación a seis presuntos miembros de La Familia michoacana. Ejemplares de las ediciones 1705, 1707 y 1708, así como de la edición especial número 25 (El México narco, segunda parte) fueron desplegados en una mesa delante de los detenidos, junto con armas de alto poder, paquetes de dinero, bolsas de droga, celulares, documentos personales, llaves de autos, carteras… Insólito, el hecho no ocultaba la intención de quienes lo planearon y ejecutaron: colocar a la revista como parte de la logística del citado cártel de narcotráfico.

En su enfrentamiento con La Familia, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, pretendió incluir a Proceso como parte de la logística de la organización delictiva.

Así lo hizo ver en dos ocasiones la semana pasada, cuando se difundió la detención de una célula al servicio de Servando Gómez Martínez, La Tuta, uno de los líderes intermedios del grupo que en el último mes le ha provocado a la Policía Federal (PF) más de 40 bajas, entre muertos y heridos.

La primera referencia a este semanario se hizo en las instalaciones del centro de mando de la PF en Iztapalapa, el 29 de julio, cuando el jefe de la División Antidrogas de la corporación, Ramón Pequeño, presentó a la prensa a seis presuntos integrantes de la organización, entre ellos Armando Quintero Guerra, alias El Licenciado, a quien señaló como el operador financiero de La Tuta y su hermano Flavio Gómez Martínez.

Como es usual en la presentación de los detenidos por las fuerzas federales, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) colocó a los presuntos narcotraficantes detrás de una mesa con todo lo que la dependencia reportó como asegurado al momento de la detención. Junto con dos fusiles cuernos de chivo, una pistola Pietro Beretta, cartuchos, fajos de billetes, teléfonos celulares, llaveros, equipo de radiocomunicación y una memoria USB con los reportes sobre la venta de droga y extorsión, expuso cuatro ediciones recientes de Proceso.

En esas revistas, todas del mes de julio, se ha dado cuenta de las dificultades de García Luna y la PF en Michoacán y cómo La Familia se convirtió en lo que el gobierno de Felipe Calderón ha reconocido como su enemigo más peligroso.

Catalogadas en la presentación de Ramón Pequeño como "documentación diversa", las revistas fueron mostradas junto con estados de cuenta, un título profesional y otros documentos que –de acuerdo con el funcionario–, además de seis vehículos incautados, era lo que llevaba consigo la célula.

Además de las imágenes captadas por la prensa, la propia SSP difundió el video de la presentación, en el cual aparecen las revistas en primer plano en varias ocasiones.

Este es un extracto del reportaje que publica la revista Proceso en su edición 1709 que empezó a circular este domingo 2 de agosto.

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